Desde un punto de vista ecológico, el término ‘eutrofización’ designa el proceso de degradación sufrido por los lagos y otros reservorios naturales de agua en exceso cuando se enriquece con nutrientes, lo que limita su actividad biológica.
La eutrofización puede ser un proceso natural, como todos los lagos tienden a ese estado, cultural, cuando los acontecimientos no se producen en la escala del tiempo geológico sino a un ritmo galopante, o puede ser causada por la intervención humana (acción antrópica).
Dada la alta concentración de nutrientes, especialmente de nitrógeno y fósforo, a menudo arrastrados hacia los lagos y estanques para aguas residuales de los fertilizantes químicos, se multiplican las algas con una extraordinaria rapidez, formando una cortina verde de espesor sobre la superficie del agua, lo que impide la penetración de la luz a las zonas profundas.
Como resultado, las colonias de algas que son la mayor profundidad ya no reciben la luz, por lo tanto, incapaz de realizar la fotosíntesis, morir y entrar en decadencia. Las algas de las capas superiores continúan recibiendo la luz y el oxígeno para producir, pero la mayor parte de este gas se pierde a la atmósfera.
En las circunstancias descritas anteriormente, los lagos y estanques entran en anoxia (falta de oxígeno en el agua), que también conduce a la muerte de muchos peces, que, en ausencia de algas, ya no tienen alimentos suficientes para su supervivencia.
La anoxia es uno de los problemas derivados de la eutrofización. Pero esto se ve agravado por otros factores. Las algas en descomposición emiten gases, incluido el metano (muy tóxico), creando las condiciones para la aparición de algas dañinas, como es el caso de las algas dañinas, como es el caso de cianobacterias (Cyanobacteria), más conocidas como algas verdeazuladas. También el arrastramiento de detritos físicos para los márgenes del estanque, rocas, arena y otros factores hace disminuir el volumen de agua. Y con menor cantidad de agua tiende a aumentar la concentración de ‘caldo nutritivo’, acelerando la eutrofización, que tiende a transformar los lagos y lagunas en auténticos pantanos.
Gran parte de los lagos, lagunas y embalses de Europa se encuentran en una fase más o menos avanzada de eutrofización.
En España, aproximadamente el 30% de los depósitos son eutróficos y, en Portugal, los lagos Lagoa das Sete Cidades, Lagoa das Furnas y Lagoa do Fogo también se encuentran en un estado avanzado de eutrofización.
