nefasto
Los romanos, desde los tiempos de Numa Pompilio (715-672 a. C.), segundo rey de Roma, dividian los dias del año en fastos (dies fasti), ‘de buenos presagios’, de donde vienen las palabras fasto y fastuoso, y nefastos (dies nefasti), ‘de malos presagios’ o de mala suerte. Los primeros, que marcaban en el calendario con una F, eran los destinados a todo tipo de actividades publicas y negocios; durante los segundos solo se llevaban a cabo los trabajos absolutamente imprescindibles.
La palabra nefasto, que en un principio se referia unicamente a los dias, pasó poco a poco a denominar a todo tipo de acontecimientos desgraciados.