Buscar por índice alfabético...

A B C D E F G H I J K L M N O P Q R S T U V W X Y Z

ESPACIO PUBLICITARIO

infante

infante
La etapa más fantástica del ser humano, la que realmente deberia protegerse contra todo posible mal sospechoso de perturbarla, es también tomada como la época vital en que la persona es apenas consciente de los problemas del mundo adulto y -a juzgar por la idea de los antiguos romanos- ni sabe ni puede comunicarse plenamente con el mundo.
Entre otras muchas palabras que poseia el latin para referirse a un niño, existia el de infans (origen de infante), que era en realidad el ‘que no habla’, de forma que no es extraño encontrar expresiones latinas como infantes statuae, que no eran esculturas de niños sino ‘estatuas mudas [de piedra]’.
Los latinos consideraban que el niño se caracterizaba fundamentalmente por su incapacidad transitoria para poder hablar, por lo que la palabra tanto significaba ‘mudo’ como ‘recién nacido’. Su origen es compartido con voces como fábula o agrave; hablar, dado que parten del verbo latino fari, es decir, ‘hablar’.
Con el paso del tiempo, infante (que entró en nuestra lengua hacia el siglo XII) comenzó a designar -por influencia de la presencia de concepto del árabe walad, que era tanto ‘hijo, niño’ como ‘heredero del trono’- casi exclusivamente a un joven noble, y un siglo después, se especializó para referirse a cualquier hijo de un rey que no fuera heredero al trono.
El otro valor, el militar, llegó unos siglos más tarde y por un camino diferente: se trata de una adaptacion de la palabra italiana fante -acortada de infante (agrave; chulo)- que significaba ‘mozo, muchacho, criado’, valor con el que pasó originariamente a ‘soldado de a pie’, dado que en la Edad Media eran simples auxiliares de los caballeros.

Volver al índice etimológico
Avisos google