filipica
Este sinonimo culto de ‘reprension, severa censura, fuerte advertencia’, y, coloquialmente ‘bronca, chorreo’, nos vino a través de la expresion latina philippica (oratio), llegada a este idioma desde el griego. Y debe su origen a los cuatro discursos pronunciados por el excelente orador griego Demostenes (384-332 a. C.) contra el padre de Alejandro Magno, nada menos que Filipo II (382-336 a. C.), rey de Macedonia y de casi toda Grecia, cuando estaba a punto de atacar Atenas.
La Historia nos dice que, pese a tan duros discursos, Filipo atacó la ciudad-estado y, con algunas tretas no precisamente militares, consiguió conquistarla.
Gracias a la fama de aquéllas, y a imitacion de Demostenes, el elocuente orador y politico romano Marco Tulio Ciceron (106-43 a. C.) (agrave; cicerone), tituló también Filipicas a las catorce oraciones que pronunció sobre asuntos publicos.
