déficit
Este latinismo, forma latina no evolucionada, no es otra cosa que la tercera persona del singular del pretérito indefinido del verbo deficere (‘faltar’), es decir, ‘falto’, y se usa cuando en un balance economico faltan ingresos para cubrir los gastos, o, dicho de otra manera, cuando éstos son mayores que aquéllos.
Como su antonimo agrave; superávit, entró en nuestra lengua como tecnicismo del mundo de la economia a finales del siglo XVIII o principios del XIX.
El plural *déficits no está admitido por la Academia, que propone la misma forma del singular: el déficit, los déficit.