#Enciclopedista

La década de 1980 quedará conectada a la historia del rock por dos sucesos ajenos a la música. El primero, el homicidio de John Lennon, a manos de un fan mentalmente inestable, el 8 de diciembre de 1980. Pero especialmente por el nacimiento, el 1 de agosto de 1981, de la cadena MTV (Music Television), el primer canal musical de televisión con una programación de 24 horas. La emisora, inspirada en la emisión de videoclips, precisa 200 mensuales para renovar la programación y eso dará alas a la producción de estos spots de tres minutos que sustituirán al single radiofónico.

Musicalmente el videoclip significó el predominio de lo visual sobre lo musical. Sólo así se expresa que los conjuntos de éxito de la primera mitad de la década (Duran Duran, Spandau Ballet, Adam & the Ants) fueran bandas más pendientes de su aspecto que de las canciones. Los artistas ingeniosos nacen de las cenizas del punk. De ese río revuelto muchos músicos recobran la energía y le dan forma conforme sus influencias. Elvis Costello, Blondie o The Jam se encargan en los grandes conjuntos de la década de 1970, como Kinks, The Who o The Beatles. Joy Division, Bauhaus, Siouxie and the Banshees o The Cure combinan la épica de The Doors, la ambigüedad de David Bowie, la literatura romántica del siglo XIX y la estética de las cintas de miedo de la década de 1930. OMD, Human League o Devo parten del pop suceso con sintetizadores durante la década anterior por los alemanes Kraftwerk dando lugar al denominado tecno. Pero hay más: Stray Cats manifiesta el rockabilly de Gene Vincent. The Police, UB40, Madness o Specials dan nueva forma al reggae y el ska jamicano. Pero, los conjuntos que anotarán la década serán U2, R.E.M. y The Smiths.

U2 nace en Dublín a finales de la década de 1970. Sus asuntos son casi himnos y con The Joshua Tree (1987) se transforman en la banda de rock más importante del mundo. The Smiths, formados en Manchester a instancias del guitarrista Johnny Marr y el cantante y letrista Morrisey, son el contrapunto a U2. Practican un sonido mucho más íntimo, melancólico y poético y pesimista. The Queen is Dead (1986), resume perfectamente su sonido y filosofía. R.E.M. cuatro universitarios de Athens, Georgia, se hallan a medio trayecto de ambos. Por un lado la voz de Michael Stipe, tiene toda la fuerza épica de la de Bono de U2 y ese poso hondamente melancólico de Morrisey. Por otra parte, Peter Buck, su guitarrista, recoge la tradición de las guitarras rickenbacker de 12 cuerdas que popularizara Roger Mcguinn. Document (1985) significó su paso de banda minoritaria a conjunto de masas.

El final de la década es semejante a la situación anterior al movimiento punk. Bandas paralizadas, falta de inventiva y las listas copadas por dinosaurios y conjuntos prefabricados. Pero, en las discotecas de Estados Unidos se se encontraba gestando la música electrónica de baile. A mediados de la década de 1980, el disc-jockey Franckie Knuckles del club Warehouse sienta las bases del house, que desembarcaría en Gran Bretaña, vía Ibiza, dando lugar al acid house. Son los clubes los nuevos centros de turbación de una escena que reventaría en la década de 1990.