#Mirada curiosa

Durante los 3 años de su ministerio, entre 27 y 30 años de edad, Jesús realizó muchos milagros según las creencias cristianas. En la época, hubo otras personas que afirmaron ser capaces de hacer milagros, pero sólo uno llegaría a impresionar a miles de seguidores y convertirse en un verdadero mártir.

Uno de los mayores milagros de Jesús fue convertir el agua en vino. Según la Biblia, durante una fiesta de bodas en Caná de Galilea, sucedía un imprevisto dejando a los comensales sin más vino que servir. María, madre de Jesús, le pidió que intercediera. Jesús preguntó entonces que recogieran algunas botellas llenas de agua y luego ordenó servir la bebida. Para sorpresa de todos, el agua se convirtió en vino y pudo se ofrecido a todos los invitados.

Otro episodio milagroso ocurrió con la hija de Jairo, el jefe de la sinagoga. La niña, gravemente enferma, esperaba su visita cuando murió. Sin embargo, cuando Jesús entró en la casa, le pidió que Jairo tuviera fe, porque la chica sólo estaba durmiendo. Los otros visitantes, incrédulos, se sorprendieron cuando ella se levantó al simple toque que Jesús daría en su mano.