#Mirada curiosa

En Nueva Zelanda, la población adora los gatos. El promedio per cápita de mascotas de este tipo en este lugar es mayor que en cualquier otro país. A pesar de todo, el economista Gareth Morgan está haciendo un apelo para acabar con el fin de la creación de gatos. El motivo: una especie nativa de pájaro de la región está a punto de extinguirse y su máximo culpable es el gato.

Para promover la campaña, Morgan creó un sitio llamado Cats To Go, que anima a la gente para que su gato actual sea el último. ‘Esa pequeña bola peluda que posees es un asesino nato’, escribe. ‘El aumento de la población felina en Nueva Zelanda está destruyendo nuestra fauna nativa. El hecho es que los gatos deben ser prohibidos si realmente se preocupan por el medio ambiente’.

Morgan espera que la gente comience a eliminar gradualmente sus gatos en nombre de las especies de aves nativas de Nueva Zelanda.

Él afirma que no es partidario de la eutanasia (aunque exprese en el sitio: ‘No defiendo eso necesariamente, pero es una opción) y aconseja que los gatos sean castrados. Morgan pide a los dueños que mantengan a los gatos encerrados en casa y sugiere la creación de un registro que explique la procedencia de cada uno de estos animales.

Las reacciones no fueron nada positivas por parte de los neozelandeses –cerca del 48% de las familias poseen al menos gato– y señalan a Morgan como un monstruo.

En cuanto al impacto ambiental de los gatos, los científicos indican que Morgan tiene razón y que los gatos probablemente contribuirán a la desaparición de varias aves de Nueva Zelanda.