
La larva de la avispa esmeralda limpia su comida antes de ingerirla
Las avispas parasitarias o conocidas comúnmente como avispa esmeralda son un tipo de insecto que utiliza las cucarachas como nido de sus crías, y que utilizan las cucarachas como nidos y a la vez alimento para sus larvas, picando siempre dos veces, una en la parte central y otra en la cabeza para producir una reducción de movimientos y así finalmente arrastrarlas hasta su nido, donde procede a introducir un huevo dentro de la misma y esta actúa de nido para las crías de la avispa parasitaria, quienes se encargan de devorar a la víctima desde dentro dentro hacía fuera.
Existe un proceso que tras un posterior estudio han conseguido descifrar los investigadores, y es que la cucaracha debe servir de alimento durante aproximadamente seis semanas, aunque esta contiene diversos microbios debido a ser un insecto que esta en contacto con la suciedad, aunque según la revista “Proceedings of the National Academy of Sciences” las larvas, para evitar la infección y el alto riesgo de muerte, segregan un fluido que contiene numerosos agentes antimicrobios, dejando así la carne de la cucaracha en perfectas condiciones para ser consumida durante largo tiempo, debido a que la cucaracha es el alimento único y principal durante el crecimiento de las larvas, por lo que un contacto prologando con los agentes bacteriológicos provocaría la muerte de las crías en cuestión de días. Existen otro tipo de insectos que utilizan los fluidos para “limpiar” a sus presas o de alimento para sus larvas, como ciertos tipos de escarabajos encargados de segregarlo ante de darlo de comer a sus crías.
Cuando un nerd combina los Sochi Games 2014 con Mario Kart
Evolución de la música tecno
El movimiento International Style desde 1933
Arte y arquitectura hispanomusulmanas en el periodo almorávide, almohade y nazarí
La Bauhaus
Antropología social: parentesco y organización social
Padre creativo muestra cómo hacer que un bebe se duerma en menos de un minuto
Ingmar Bergman
Cine mudo
Efecto del gato de Cheshire cuántico puede ser explicado por el patrón de la mecánica cuántica