Resistencia del avión

Las mismas circunstancias que promueven el vuelo producen efectos no deseables, como la resistencia, la fuerza que tiende a desacelerar el movimiento del avión en el aire. Un tipo de resistencia es la aerodinámica, producida por la fricción que se opone a que los objetos se muevan en el aire. Depende de la forma del objeto y de la rugosidad de su superficie. Se puede disminuir a través de perfiles muy aerodinámicos del fuselaje y alas del avión. Hay diseños que incorporan elementos para disminuir la fricción, consiguiendo que el aire que fluye en contacto con las alas conserve el denominado flujo laminar en el momento en que se desliza sobre ellas sin hacer torbellinos.

Otro tipo de resistencia, denominada resistencia inducida, es la consecuencia directa de la sustentación producida por las alas. Se manifiesta en forma de torbellinos o vórtices en la parte siguiente de los slats y en especial del extremo de las alas, y en algunos aviones se pone una aleta pequeña denominada winglet, que disminuye eminentemente su efecto.

Se llama resistencia total a la suma de ambas resistencias. La ingeniería aeronáutica trata de conquistar que la relación entre la sustentación y la resistencia total sea lo más alta posible, lo que se toma teóricamente al igualar la resistencia aerodinámica con la inducida, sin embargo dicha relación en la práctica está limitada por circunstancias como la velocidad y el peso admisible de la célula del avión. En el avión de transporte subsónico su valor puede llegar a veinte; en los de altas características se duplica ese valor, mientras que el incremento de la resistencia, en el momento en que se vuela a velocidades supersónicas, lo disminuye a menos de diez.

— 57 visualizaciones.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *