Políticas energéticas para el ahorro energético

La desregularización y privatización de los sistemas de suministro de energía, junto con la introducción de políticas energéticas en manos de las leyes del mercado, alientan a los productores a incrementar sus beneficios, vendiendo más y más cuantía de energía y disminuyendo su disposición a la conservación de la misma. El único límite son las leyes sobre contaminación. Por lo que respecta a la demanda, los usuarios parecen reacios a poner sistemas de ahorro de energía, pese al ahorro que les supondría a lo largo de tres o cuatro años. Un ejemplo son las lámparas de alto rendimiento energético.

No hay duda de que se debe hacer un uso más eficaz de los recursos energéticos del mundo en el futuro, si se quiere satisfacer la demanda progresiva de energía de una población en veloz incremento e industrialización. La presión sobre los recursos limitados de combustible y los niveles progresivos de la población precisan una respuesta inmediata.

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