Población de América Latina

América Latina tiene más de 300 millones de habitantes. A pesar de que el subcontinente simboliza poco más del 12% de la superficie terrestre, tiene menos del 6% de la población mundial. Pero, en conjunto, la población ha ido aumentando de modo considerable, especialmente en los países tropicales, y se ha inscrito un alto índice de incremento especialmente en la población urbana. Desde 1930 la inmigración a América Latina se ha reducido al mínimo. Pero, la migración interna ha sido muy grande, lo que ha traído como consecuencia la concentración de significativos conjuntos humanos en los alrededores de las ciudades, mientras que las regiones del interior quedaban insuficientemente pobladas. A pesar de que, en conjunto, la densidad de la población es de 17 hab/km2, la mayoría de la población se concentra en torno a los centros urbanos. Más de la mitad de su territorio tiene una densidad de menos de 2 hab/km2.

3.1 Etnología

A pesar de que la población de América Latina tiene diferentes herencias étnicas, sus primordiales elementos lo conforman los indígenas y los descendientes de españoles, portugueses y negros africanos, así como la población con amalgama de dos o más de estos elementos. El espectro racial producido por la amalgama de varios conjuntos es amplio. Lo que más caracteriza a América Latina son los mestizos (mezcla de población hispana y portuguesa con la de ascendencia indígena); son menos copiosos los mulatos (hispanos y portugueses con población negra) y aún lo son menos los de indígenas con negros. La población indígena es mayoritaria en los países andinos. La población descendiente de españoles y otros europeos es más numerosa en Argentina y Uruguay. En Brasil, el portugués es el elemento preponderante, y los conjuntos negros y mulatos son más copiosos en esta región que en el resto de América Latina. La población negra es igualmente significativo en las Guayanas y en la costa de Colombia y Ecuador.

El continuo flujo de españoles y portugueses a América Latina a lo largo de la etapa colonial creció en el siglo y medio que continuó a la independencia, especialmente en el periodo comprendido entre finales del siglo XIX y la década de 1930, con la entrada de millones de italianos, que se arraigaron especialmente en Argentina, Brasil y Uruguay. Igualmente aparecieron pequeños conjuntos de otras nacionalidades europeas, como alemanes y polacos. Muchos de estos inmigrantes europeos eran empleados especialmente para realizar trabajos rurales, o como arrendatarios agrícolas en regiones poco pobladas de Argentina y Brasil.

Algunos conjuntos de estos inmigrantes, como alemanes, italianos y otros, instauraron colonias agrícolas. Los colonos alemanes establecieron significativos colonias en el sur y centro de Chile. Otros inmigrantes se dirigieron hacia las ciudades del país que los acogió, y engrosaron la mano de obra o se dedicaron a actividades en sectores corporativos. Igualmente se arraigaron en gran número muchos conjuntos de origen no europeo, como sirios y libaneses. Los conjuntos más copiosos de inmigrantes asiáticos que aparecieron a finales del siglo XIX provenían de la India, Indonesia y China; la mayoría se fijó en la Guayana Británica (actual Guyana) y en la Guayana Holandesa (actual Surinam), asociados a contratos de trabajo después de la abolición de la esclavitud. Desde 1900, significativos conjuntos de colonos japoneses se arraigaron en el sur, norte y noreste de Brasil. En Perú, desde finales del siglo XIX, se establecieron igualmente grandes conjuntos de chinos y japoneses.

A pesar de que hay una conciencia de la identidad en términos de color de piel y del origen étnico, no se han ocasionado antagonismos raciales tan incuestionables como en otros enclaves del mundo. Los sudamericanos habitualmente atribuyen más relevancia a las distinciones de carácter económico y a los desfases en los niveles culturales y educativos.

3.2 Demografía

La población de América Latina ha aumentado más del doble entre 1960 y 1990. Casi la mitad de la población del subcontinente vive en Brasil. El promedio del índice de incremento de la población se acercó al 2,4% anual entre 1965 y 1990, aunque en Argentina y Uruguay el incremento fue más lento. El incremento de la población se debe especialmente al incremento natural; el índice de natalidad es mayor del 25‰, y el índice de mortandad en torno al 8‰. En numerosas regiones la tasa de defunciones ha ido descendiendo significativamente a lo largo de décadas, mientras que los altos índices de natalidad exhiben apenas desde fechas muy actuales una tendencia a la baja. El descenso de la tasa de natalidad no disminuirá apreciablemente el incremento de población, que va a incrementar en lo que resta del siglo XX, porque una gran parte de sus habitantes estará en edad reproductiva. En muchos países, en torno a la mitad de la población es menor de 15 años. Sólo en Argentina, Uruguay y Chile el 60% de la población tiene más de 15 años.

El incremento natural y la migración de las regiones del interior han aumentado la población urbana por encima del 4% anual. En Argentina, Uruguay y Chile el incremento ha sido más reducido, sin embargo en los países tropicales las ciudades han crecido con gran rapidez. En los países más urbanizados —Argentina, Chile, Uruguay y Venezuela— el 80% de la población vive en centros urbanos, y en los menos urbanizados —Bolivia, Ecuador y Paraguay— menos del 60% de la población pueden ser clasificados como urbanos.

3.3 Lenguas oficiales y habladas

El español es el idioma oficial de nueve de los trece países del subcontinente. En Brasil el portugués es el idioma oficial; en Guyana, el inglés; en Surinam, el holandés, y en la Guayana Francesa, el francés. Los tres idiomas indígenas primordiales son el quechua, el aymara y el guaraní, que son hablados por un gran número de personas. La población que habla quechua está distribuida a lo largo de los Andes, entre Ecuador, Perú, Bolivia y el norte de Argentina; los aymarahablantes se hallan en el altiplano de Perú y Bolivia. El guaraní es el idioma oficial de Paraguay, al igual que el español. Adicionalmente, existen copiosas lenguas y dialectos nativos en la Amazonia y en el extremo sur de Chile.

3.4 Religión

Casi el 90% de la población sudamericana profesa la religión católica. De los 11 millones de protestantes, la mayoría se concentran en Brasil y Chile, y el resto está muy repartido en los demás países, especialmente en centros urbanos. Los 750.000 judíos de América Latina igualmente tienden a establecerse en centros urbanos y se hallan muy repartidos: cerca de las tres cuartas partes en Argentina y Brasil, y más del 10% en Uruguay y Chile. Entre la Guyana y Surinam están distribuidos 550.000 hindúes, 400.000 musulmanes y 375.000 budistas. La religión católica fue establecida y extendida por los españoles y portugueses al comienzo de la conquista. El protestantismo es un reflejo de la inmigración europea siguiente y de la actividad misionera iniciada en el siglo XIX. Las sectas evangélicas americanos han sido en especial activas en el siglo XX.

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