Población de África

La población total de África asciende a 955.006.740 habitantes (2008); a mediados de la década de 1980 la población total del continente se estimaba en 550 millones (11% de la población mundial); para 2025 se proyecta que alcance los 1.338 millones de habitantes. A pesar de que África ocupa una cuarta parte del total de la superficie terrestre, solo tiene el 15% de su población (datos estimados para 2008).

3.1 Características demográficas

La distribución de la población es muy irregular. La densidad demográfica media, 32 hab/km², es muy inferior a la media mundial (51 hab/km²). Esta cifra incluye grandes áreas, como los desiertos del Sahara y Kalahari, que están prácticamente deshabitados, las selvas ecuatoriales y algunas regiones del interior muy mal comunicadas. Las extensiones más densamente pobladas son las litorales (especialmente, Magreb y golfo de Guinea), los valles agrícolas de los grandes ríos (como el Níger, el Congo y el Nilo, donde, en este último se llegan a densidades rurales de 600 hab/km², que no dejan de incrementar) y la región de los Grandes Lagos africanos. Nigeria, con una población (2008) de 138.283.240 habitantes, es el país más poblado de África.

La tasa de natalidad es de 35,30 nacimientos por cada 1.000 habitantes, bastante alta en contraste con la europea (10,20‰). La tasa de mortandad es de 14,20‰. La población africana se aumenta anualmente un 2,1%; es un incremento natural elevado, que supera la media mundial (1,1%), aunque se debe tener en consideración que el índice de fecundidad ha descendido en las últimas décadas: hoy es de 4,75 hijos por mujer. Los jóvenes son el conjunto más numeroso en relación a la distribución por edad: 61% del total de la población; la población de 65 o más años es insuficiente: 3,3 por ciento. La esperanza de vida al ser concebido es una de las más bajas del mundo: 50,4 años. Pero, se debe tener en consideración que estas estadísticas varían bastante conforme los países y las regiones.

La población rural es aún cuantiosa en el continente africano: 273 millones de habitantes (el 64% de la población); por ejemplo, en Europa es del 26 por ciento. Pero, en la actualidad, la población urbana aumenta más veloz que la población total del continente: por ejemplo, entre 1950 y 2000, la población total de la zona subsahariana se multiplicó por 3, mientras que la población urbana lo hizo por 9. El incremento urbano ha sido específicamente veloz desde la década de 1950: entre 1980 y 1995 creció más de un 5% anual. El grado de urbanización es progresiva en África, aunque se diferencia conforme los países: Burundi está poco urbanizado (el 11% en 2005) mientras que otros países, como Libia y Yibuti, están mucho más urbanizados: el 87 y el 85%, respectivamente. La región del Sahel y la zona oriental están poco urbanizadas, con insuficientes y pequeñas ciudades.

El norte es la zona más urbanizada de África, sin embargo en la totalidad del continente se pueden situar ciudades significativas. Algunas de las más de tres decenas de ciudades africanas con más de un millón de habitantes son Alejandría, Gizeh y El Cairo en Egipto (esta última, la primera aglomeración urbana del continente, una megalópolis con más de diez millones de habitantes); Argel, en Argelia; Casablanca, en Marruecos; Lagos, en Nigeria; Addis Abeba, en Etiopía; Abiyán, en Costa de Marfil; Kinshasa, en República Democrática del Congo, y Johannesburgo y Ciudad de El Cabo, en Sudáfrica. Los centros urbanos actúan como polos de atracción de gran cuantía de inmigrantes, ya sea como habitantes estables (éxodo rural) o como jornaleros temporales.

Desde hace unas décadas se viene observando una penetrante corriente migratoria de trbajadores, por ejemplo, de centroafricanos a las minas e industrias de Zambia, Zimbabue y Sudáfrica; de norteafricanos a Francia y, más actualmente, a los países correspondientes a la Unión Europea (sus enclaves de entrada son España, Italia y otros países del sur del continente europeo, a los que, en copiosas ocasiones, arriban en navío de forma irregular). Los conflictos ciudadanos en algunos países (Ruanda, Sudán, Sierra Leona, Somalia…) han generado desplazamientos intensivos de refugiados (en torno a un tercio del total mundial), al igual que las sequías y las hambrunas.

3.2 Etnografía

El Sahara forma una gran barrera entre los pueblos de África del Norte y los del África subsahariana. A pesar de que los conjuntos étnicos del continente han sido sometidos a copiosos sistemas de clasificación, la división geográfica parece ser la más adecuada.

En la parte norte del continente, incluido el Sahara, sobresalen los pueblos caucasoides, especialmente bereberes y árabes. Constituyen cerca de una cuarta parte de la población del continente. Al sur del Sahara sobresalen los pueblos negroides, en torno al 70% de la población de África. Existen pueblos khoisans, sans (bosquimanos) y khoikhoi (hotentotes), en África meridional. Los pigmeos se concentran en la cuenca del río Congo y en Tanzania. Dispersos por África, sin embargo agrupados especialmente en África meridional, hay unos cinco millones de blancos de origen europeo. La población india, que se acerca al millón de habitantes, se concentra a lo largo de la costa oriental africana y en África del Sur.

Se han clasificado más de 3.000 conjuntos étnicos diferentes en África. La familia espaciosa es la unidad social básica para la mayoría de estos pueblos. En gran parte de África la familia se une a una sociedad más holgada a través de conjuntos de parentesco como los linajes y los clanes. En general, los conjuntos de parentesco tienden a excluir el casamiento entre sus integrantes y se casan fuera del conjunto. La aldea está constituida asiduamente por un único conjunto de parientes que se unen por descendencia masculina o femenina.

3.3 Lenguas

Se hablan más de mil lenguas africanas. A pesar de que más de 50 superan los 500.000 parlantes cada una, parcialmente pocas personas hablan la mayoría de estas lenguas. Adicionalmente del árabe, las más habladas son el swahili y el hausa. Las primordiales familias o conjuntos lingüísticos son: el congo-kordofaniano y el nilo-sahariano, los dos conjuntos más amplios con más de 160 millones de hablantes cada uno; el camito-semítico, o afro-asiático, que se concentra en el norte y noroeste de África; y el de las leguas khoisán, que hablan los sans y khoikhoi de África del Sur. Muchos africanos, en especial aquellos del África subsahariana, son bilingües: hablan su idioma nativo al igual que el que llevaron los primeros gobiernos coloniales europeos.

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