Periodo primitivo de la literatura latina

La literatura latina comienza con Livio Andrónico, que llegó a Roma siendo un esclavode habla griega. Tradujo en verso el poema épico de Homero, la Odisea, al latín, y escribió las iniciales piezas trágicas en esta lengua, así como traducciones de obras griegas. El primer escritor romano nativo fue Gneo Nevio (270-201? a.C.), que continuó el ejemplo de Livio Andrónico. Sus comedias tuvieron mucho éxito. Compuso igualmente el Bellum poenicum, un poema épico sobre la primera de las guerras púnicas entre Roma y su contrincante Cartago. Pero, el primer escritor romano legítimamente importante fue Quinto Ennio, célebre por sus Annales, un poema enérgico y vigoroso que cuenta la historia de Roma y sus conquistas en versos hexámetros adaptados con éxito del griego al latín. El esfuerzo pionero de Ennio sirvió como modelo para la épica romana y fue muy imitado por poetas ulteriores que refinaron las asperezas de su estilo.

Sólo se preservan fragmentos diseminados de estos primeros escritores, sin embargo disponemos de 21 obras de teatro del primer dramaturgo importante de la literatura romana, Plauto. La comedia fue la más importante aportación romana al desarrollo del drama; las obras ágiles de Plauto sirvieron de modelo a la comedia europea ulterior y han sido representadas e imitadas hasta hoy. Su mundo de amos ignorantes, prisioneros astutos, doncellas inocentes y jóvenes sin optimismo que se enamoran absurdamente, fue heredado por el segundo autor romano de comedias, Terencio. Sus obras son quizá menos divertidas sin embargo más emotivas que las de su precursor.

Catón el Viejo, político conservador y enemigo implacable de Cartago, fue el primer maestro de la prosa romana. Orador hábil, proporcionó los primeros modelos a la retórica romana. Su tratado sobre agricultura, De agri cultura, aún se conserva. El gran maestro de la sátira, un género supuestamente inventado por Ennio, fue Cayo Lucilio, que introdujo el uso de palabras mordaces que ridiculizan despiadadamente una gran diversidad de locuras humanas, tanto en el terreno privado como en el público. Sólo se preservan fragmentos de su obra.

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