Las comidas en Paraguay

Los alimentos básicos más importantes son la mandioca, la sopa paraguaya (pan de maíz cocido con queso y cebollas y a veces carne), la chipa (pan de queso duro), las tortillas y las empanadas (masa rellena de carne y vegetales frita en rebosante aceite). Las pequeñas huertas rurales suministran a las familias campesinas tomates, cebollas, zanahorias, apios, esquinazo, melones, coles y otros artículos. La fruta se recoge de los árboles y arbustos de los alrededores. La carne de vacuno constituye una parte importante de la dieta de los adultos, sin embargo igualmente comen cerdo y pollo.

El desayuno suele consistir en un cocido (un tipo de mate cocido con azúcar y leche) o café, pan y mantequilla, y rosquillas o pastas. El almuerzo, que se desarrolla en torno al mediodía, es la comida destacado, y a continuación es tradición dormir una siesta. La cena suele servirse en el momento en que ya se ha puesto el Sol, una vez finalizado el trabajo. Pero las horas de las comidas y los hábitos alimentarios varían conforme las regiones y las familias. En las extensiones rurales la gente come en el momento en que puede y no siempre se sienta a hacer una comida en familia. En las zonas urbanas las familias suelen encontrarse para la comida destacado.

Cuando hay invitados que no son de la familia, los niños suelen comer antes que los demás. En general, se juzga una descortesía que los invitados dejen comida en los platos. En ocasiones más formales, una persona debe conservar las manos apoyadas sobre el borde de la mesa, no en el regazo, y debe permanecer a que el anfitrión empiece a comer. Es una tradición muy extendida, en especial en las extensiones rurales, no beber hasta tras la comida. En las celebraciones o celebraciones rurales, las mujeres comen tras los hombres o en mesas aparte.

En las ciudades, los vendedores ambulantes venden comida, y es habitual comer y beber en la calle. Debido a la tradición de repartir la comida o la bebida, es normal brindarle comida a alguien en el momento en que se está tomando un refrigerio o tentempié; no se juzga descortés rehusar el ofrecimiento.

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