Juan Alberto Schiaffino nació el 28 de julio de 1925 en Montevideo y, tras un breve paso por el Olimpia y el Nacional, con 18 años de edad realizó contrato con el Peñarol. Permaneció en este conjunto entre 1943 y 1954, se estrenando en Primera División en 1946, periodo en el que recibió tres títulos de Liga (1949, 1951 y 1953) y, transcurrido el cual, fichó por el AC Milan. Con este conjunto sumó a su palmarés tres trofeos de la Liga italiana (1955, 1957 y 1959) y una Copa Latina (1956), y fue subcampeón de la Copa de Europa en 1958. Finalmente jugó en la Roma, entre 1960 y 1962, club con el que conquistó la Copa de Ferias (luego denominada Copa de la UEFA) en 1961.
Schiaffino actuaba como interior izquierdo, y la calidad y delicadeza de su juego eran tales que aparecieron a apodarle El Dios del Fútbol. Adicionalmente de su sorprendente clase, debe gran parte de su fama internacional al suceso de haber intervenido en la mayor sorpresa de la historia del fútbol, el denominado maracanazo: Uruguay consiguió imponerse a Brasil por 1-2 en el partido final de la Copa del Mundo de 1950, librado precisamente en Maracaná, circuito construido en especial para aquel campeonato. A Brasil le bastaba el empate, sin embargo, tras un gol inicial del brasileño Friaça, Schiaffino consiguió el empate y Alcides Edgardo Ghiggia marcó el segundo tanto uruguayo y fijó el resultado definitivo. En aquel conjunto igualmente formaba Obdulio Varela, igualmente entre los mejores de la historia del fútbol de Uruguay. Pepe, como igualmente era conocido Schiaffino, disputó después el Mundial de 1954, arribando a terminar un total de 48 partidos con el combinado uruguayo. El suceso de ser hijo de padre italiano le sirvió para adoptar la nacionalidad de ese país y poder enfrentar, además, cuatro partidos con Italia. En la década de 1970 llegó a entrenar a la selección uruguaya y al Peñarol. Falleció el 13 de noviembre de 2002 en Montevideo.
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