Independencia de Albania

El 28 de noviembre de 1912, después de una serie de rebeliones contra los turcos y aprovechando la situación desarrollada por la Primera Guerra Balcánica, los patriotas albaneses conducidos por Ismail Qemal estableceron la independencia del país (Congreso de Vlorë). En la Conferencia de Londres de diciembre de 1912, las grandes potencias establecieron la independencia de Albania y un año después una comisión especial nombrada por las grandes potencias delimitó las límites, que, sin embargo, excluyeron de Albania significativos poblaciones albanesas, (en torno a un 40% de su población), en especial la región de Kosovo, que quedó en poder de Serbia. Actualmente varios cientos de miles de albaneses viven en Grecia, unos 500.000 viven en la Ex-República Yugoslava de Macedonia, y cerca de 1.500.000 viven en otros países de la arcaica Yugoslavia, especialmente en Serbia y Montenegro.

Las grandes potencias denominaron al príncipe germánico Guillermo de Wied como regidor de Albania. Llegó en marzo de 1914, sin embargo debido a la disconformidad local y el estallido de la Primera Guerra Mundial, se vio empujado a escapar del país seis meses después. A pesar de que oficialmente neutral, durante el conflicto bélico Albania fue campo de combate para los contendientes; con la paz, afrontó nuevamente la perspectiva del reparto de su territorio entre los países vecinos. La Conferencia de Paz de París de 1919 rehusó, sin embargo, las pretensiones mostradas por Italia, Grecia, Serbia y Montenegro, de forma que Albania preservó su integridad.

En el Congreso de Lushnjë, en enero de 1920, los albaneses establecieron un gobierno provisional y un consejo de regencia que alcanza la renuncia de tropas extranjeras y el reconocimiento de Albania como Estado soberano con los límites de 1913; al verano próximo Italia reconoció la independencia de Albania. A lo largo de los cuatro años siguientes se vio acosada por una agitada lucha por el poder entre múltiples facciones políticas. En 1925 Ahmet Zogu se hizo con las riendas de la situación y gobernó el país primero como presidente, sin embargo desde 1928 a 1939 lo hizo como Zogu I, monarca de los albaneses, un título que admitieron simbólicamente las minorías albanesas en Grecia y Yugoslavia. El monarca Zogu introdujo amplias reformas culturales y financieras, sin embargo formó parte de la alianza política y militar de la Italia fascista. La fuerte dependencia financiera con Italia produjo una clara presencia de ésta en los asuntos interiores y exteriores, de forma que el 7 de abril de 1939, las tropas de Mussolini ocuparon Albania: el monarca Víctor Manuel III de Italia fue proclamado de inmediata monarca de Albania, que fue objeto de una legítima colonización.

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