Alejandría (en árabe, al-Iskandarīyah), ciudad y destacado puerto del norte de Egipto, situada en el delta del río Nilo, en una loma que separa el lago Mareotis del mar Mediterráneo.
Fue desarrollada en el 332 a.C. por Alejandro III el Magno, monarca de Macedonia, y se transformó en la ciudad portuaria más significativo del mundo antiguo. El puerto fue construido con un imponente rompeolas de grandes bloques de piedra de casi 1,6 kilómetros de longitud, denominado Heptastadium (‘siete veces 201 m’), que llegaba hasta la isla de Faros. En la isla igualmente fue levantado el célebre faro conocido como una de las siete maravillas del mundo y otro puerto de menores dimensiones entró en servicio en la parte occidental. El lago Mareotis se comunicaba a través de un canal con el Nilo.
La ciudad antigua, de unos 6,4 kilómetros de longitud, presentaba un trazado simétrico con calles que constituían ángulos rectos y columnatas que adornaban las calles primordiales. El barrio más significativo era el Brucheium, en el puerto oriental. Más al oeste se ubicaban: el Serapeion, un templo focalizado en una deidad egipcia, Serapis; el Soma, o mausoleo de Alejandro y la dinastía Tolemaica; el Poseidonium, templo focalizado en Poseidón, deidad del mar; el museo; el gran teatro y el Emporium o lonja. En la vecindad nororiental habitaban los judíos, que en Alejandría tomaron contacto con las instrucciones griegas, lo que se tradujo seguidamente en una gran influencia griega en el pensamiento religioso judío. Lo cierto es que, la traducción griega del Antiguo Testamento, denominada la Septuaginta, data de antes del año 100 d.C. Después, sucedía un intento por parte de los filósofos griegos de fundir las doctrinas del cristianismo con el pensamiento filosófico heleno.
Después de la fundación, la ciudad se encontraba habitada especialmente por griegos, judíos y egipcios, y contaba con unos 300.000 habitantes, sin contar los prisioneros y los extranjeros. En la ciudad, que se transformó en la capital de Egipto, los Tolomeos cimentaron copiosos palacios, además de la famosa Biblioteca de Alejandría y del Museo. Surgieron igualmente las escuelas de filosofía, retórica y otras ramas del conocer. A comienzos del siglo III a.C., la Biblioteca contaba con casi 500.000 volúmenes, la mayor recopilación de obras escritas del mundo antiguo, que desapareció en el intervalo de los siglos siguientes.
Con la dinastía Tolemaica, la ciudad fue el centro científico y literario de la etapa. Posteriormente a la derrota sufrida en el 31 a.C. por Cleopatra, reina de Egipto, en el combate de Accio, y su siguiente suicidio, al año próximo, la ciudad cayó en poder de Octavio (después el emperador Cayo Julio César Octavio Augusto), que nombró un prefecto para administrarla. Su situación favoreció que se convirtiera en el centro del comercio que se desarrollaba entre Oriente y Occidente. A lo largo de años, navíos cargados de grano partieron hacia la península Itálica.
Pero, la ciudad entró en una etapa de declive. Una rebelión judía en el año 116 d.C. tuvo como consecuencia la aniquilación de la población judía y la destrucción de una gran parte de la ciudad. En el 215, el emperador romano Marco Aurelio Antonino Caracalla ordenó la masacre de casi la totalidad de la población masculina de la ciudad, por razones que aún se desconocen, sin embargo que al parecer sucedía como escarmiento por alguna clase de conducta sediciosa. La fundación de la ciudad de Constantinopla igualmente contribuyó al declive de la metrópoli egipcia. En el 638, los musulmanes asediaron, tomaron y casi destruyeron la ciudad, suceso que se repitió en el 646. Con los musulmanes, se aceleró el declive de Alejandría, especialmente por el apogeo que recibió la ciudad de El Cairo, poco después del 968, y el hallazgo de una ruta marítima a la India durante el siglo XV. Alejandría estuvo bajo el control de Napoleón Bonaparte desde 1798 a 1801.
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