La región fue, a lo largo de siglos, un lugar de paso de norte a sur y de este a oeste, sin que los conjuntos de cazadores y recolectores de frutos silvestres se quedaran allí para colonizar. Pero, hay evidencias, como fragmentos de cerámica y pinturas rupestres en las cavernas del cerro del Laurel, que refrendan la presencia humana desde hace más de 20.000 años. Los conjuntos que ocuparon alternativamente este territorio eran denominados chichimecas (bárbaros en náhuatl) por las civilizaciones más desarrolladas, establecidas al sur.
Fue nombrado estado libre y soberano en 1853.
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