Historia antigua de Afganistán

Las iniciales alusiones históricas de Afganistán datan del siglo VI a.C., en el momento en que formó parte del Imperio persa de los aqueménidas. Junto con el resto de éste, la región fue sometida en torno al 330 a.C., por Alejandro Magno. Tras su fallecimiento en el 323 a.C., la mayoría de la región cayó bajo el dominio del general de Alejandro Seleuco I Nicátor y después bajo el del monarca indio Chandragupta. Tras esto se fijó otra dinastía griega en Bactriana (norte de Afganistán) y creó un Estado que se sostuvo desde el 256 a.C. hasta el 130 a.C. El estado greco-bactriano se rindió a un conjunto de nómadas iraníes denominados sakas y después a los kushans, que tomaron el budismo. En los siglos III y IV d.C., los sasánidas persas invadieron el país desde el oeste. Los eftalitas, o hunos blancos, tenían en gran parte el control de Afganistán en el momento en que los vencedores árabes arrasaron la región a mediados del siglo VII.

7.1 Primeras dinastías musulmanas

La invasión árabe afectó a Afganistán seguramente de forma más decisiva que cualquier otra influencia extranjera. En los siglos siguientes, por ello, el islam se transformó en la religión preponderante y el control político árabe fue reemplazado por el dominio iraní y turco. El completo predominio turco en el área se fijó al final del siglo X y principios del siglo XI gracias al sultán musulmán Mahmud de Ghazni. En consecuencia la cultura islámica consiguió cotas brillantes bajo la dinastía ghuri afgana o iraní (1148-1215). Los ghúridas extendieron gradualmente su dominio hacia el norte de la India, sin embargo eran arrollados por las hordas provenientes del Norte del conquistador mongol Gengis Kan, hacia 1220. La mayoría del país quedó bajo control mongol hasta cerca del siglo XIV, en que otro invasor mongol, Tamerlán, se apoderó del norte de Afganistán. Entre los más importantes sucesores de Tamerlán estuvo Babur, autor de la dinastía mongol de la India, que conquistó Kabul en torno al 1504. Después, en el siglo XVI, los safawíes de Irán y los uzbekos del norte realizaron incursiones en la región. Los iranios y los mongoles sucesores de Babur sofocaron continuas rebeliones de afganos.

7.2 Creación del Estado afgano

A lo largo del siglo XVII los afganos autóctonos comenzaron a incrementar su poder. La tribu ghilzai conquistó la capital irania de Ispahan en 1722. Después, Nadir Sha, que en 1738 restauró la autoridad iraní sobre casi todo Afganistán, promovió una violenta contraofensiva iraní. Nadir fue asesinado en 1747, y entonces los jefes afganos eligieron a uno de sus generales, un miembro de la tribu abdalí denominado Ahmad Sha, como gobernante. A Ahmad Sha se le conoció como Durri-i-Dauran (Perla de la Época). Los abdalíes eran conocidos en hacia delante como los duranios. Ahmad Sha agrandó trascendentemente su reino, adquiriendo el este de Irán, Beluchistán, Cachemira y parte del Punjab. El emirato se desintegró, sin embargo, bajo los sucesivos mandatarios de su dinastía, cayendo en 1818. Luego sobrevino una etapa anárquico en la totalidad del país. En 1826 Dost Muhammad Kan, miembro de una eminente familia afgana, tomó el control del este de Afganistán, asumiendo en 1835 el título de emir.

7.3 Conflictos con Gran Bretaña

Entretanto, Dost Muhammad había denominado a las autoridades coloniales británicas en la India para resguardar el territorio afgano demandado en el Punjab. Cuando los británicos negaron su cooperación, solicitó ayuda a Rusia.

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