Los igualmente británicos Black Sabbath, provenientes de Birmingham, inician su carrera por las mismas fechas que Led Zeppelin, sin embargo el éxito les llegará a partir de 1970, con el lanzamiento en Estados Unidos de Paranoid, un álbum que al tiempo que asume algunas de las influencias más claras del glam rock, asienta una de las corrientes definitorias y más poderosas del heavy.
Sus puestas en escena ensalzan atmósferas extrañas, oscuras, relatos de miedo que se conjugan con sobrecogedores pesadillas tecnológicas y comunicados apocalípticos, elementos que sostenidos por el carisma del solista Ozzy Osbourne, embelesado de las historias medievales y las leyendas vampíricas, y unidos a la potencia de Tony Iommi (guitarra) y Bill Ward (batería), abrirán un capítulo singular en el rock de las últimas décadas.
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