Hábitos sociales en Malí

Los hombres y las mujeres de la mayoría de los grupos étnicos de Malí se cumplimentan con un apretón de manos. Un hombre fuerte (como el jefe de la aldea) siempre es el primero en cumplimentar. Una persona que se une a un conjunto o entra en una habitación debe cumplimentar a todos los presentes, comenzando por la persona de más edad. Cuando un hombre y una mujer son presentados, el hombre no estrecha la mano de la mujer hasta que ésta no la despliega. Los árabes y los tuaregs no estrechan la mano de las mujeres. Para esrtechar la mano de otra persona, apenas se usa la mano derecha. La única excepción se produce en el momento en que un miembro próximo de la familia parte para un prolongado viaje, en cuyo caso la mano izquierda se usa para indicar que las dos personas regresarán a verse. Para exhibir un respeto especial, durante el apretón de manos una persona puede tocarse el codo derecho con las yemas de los dedos de la mano izquierda. Otra forma de exhibir respeto es tocarse con la mano derecha la frente o el pecho a la altura del corazón, una vez estrechada la mano.

Los gestos verbales varían entre los conjuntos étnicos. Cuando dos personas no comparten el mismo idioma, la primera puede cumplimentar en una de las lenguas más comunes del país, y la segunda puede contestar en su propia lengua. Por ejemplo, si una persona usa el francés Bonjour (Buenos días), la otra puede contestar con el semejante bambara, Nse. Entre amigos, el gesto suele ir seguido de cuestiones sobre algunos integrantes de la familia y sobre su salud. Los gestos frecuentemente se prolongan durante varios minutos. Cuando dos personas se cruzan en un sendero o en una calle, es de mala educación no cumplimentar. Comment ça va? (la forma francesa para cuestionar ¿Cómo estás?), o Ykakene? en bambara, son gestos habituales.

Cuando una persona se encamina a otra suele emplear el nombre; como el apellido suministra información sobre el origen étnico, social y geográfico del individuo, en las presentaciones, para respetar la privacidad, apenas se usan los nombres. El apellido apenas se divulga en el momento en que las personas han adquirido confianza.

En Malí las visitas ejercen un importante papel en la conservación de los vínculos de parentesco y amistad, y son una demostración de la relevancia que se concede a una relación. En las extensiones rurales, los familiares y los amigos se visitan frecuentemente; las visitas no se suelen comunicar, ya que hay pocos teléfonos. Los invitados se quitan los zapatos antes de entrar en una habitación o pisar una estera. Cuando entran en un recinto, a los invitados se les ofrece al menos agua y, con frecuencia, los mejores asientos. En las aldeas, los invitados llevan pequeños regalos, como té, azúcar o nueces de kola. Los cumplidos son bien acogidos, aunque son modestamente declinados. A los invitados se les ofrece un refrigerio que comparten con los anfitriones, pues se juzga de mala educación comer en compañía de personas que no lo hacen. Cuando se visita al jefe de la aldea (dugutigi), la gente tiene especial cuidado en exhibir respeto.

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