Gobierno de Afganistán

La actual Constitución afgana entró en vigor en 2004. Garantiza la libertad de culto aunque declara al islam religión oficial del Estado. Igualmente garantiza la equidad de hombres y mujeres ante la ley, así como los derechos lingüísticos de las minorías.

Hasta la década de 1960, el monarca y la familia real dominaron la regencia central afgana. En 1963 fue denominado por primera ocasión un primer ministro no correspondiente a aquélla. La Constitución promulgada un año después observaba la división de poderes entre el jefe del ejecutivo y un Parlamento electo; sin embargo, sin embargo, bajo la monarquía los partidos políticos jamás eran legalizados.

En 1973, un revés de Estado dirigido por Muhammad Daud derrocó al monarca Zahir, abolió la monarquía y proclamó la república. Cinco años después, Daud fue igualmente distanciado del poder por un nuevo revés que instauró un régimen comunista con Noor Muhammad Taraki al frente. Éste fue asesinado al año próximo y reemplazado por Hafizullah Amin. En diciembre de 1979, tropas de la Unión Soviética invadieron el país, terminaron con la vida de Amin y colocaron en la presidencia a Babrak Karmal. En 1987, este gobierno comunista pro soviético promulgó una nueva Constitución, cuyo texto establecía que el presidente debería ser denominado por sufragio indirecto para mandatos de siete años; gracias a sus términos, Muhammad Najibullah accedió al puesto de presidente. Aquella Constitución igualmente creó una Asamblea Nacional (Meli Shura) bicameral (integrada por el Senado y la Cámara de Representantes). El Partido Democrático Popular de Afganistán (PDPA, comunista) controlaba de facto el regencia, sin embargo 50 de los 234 escaños de la Cámara de Representantes se encontraban reservados para integrantes de los partidos de la disconformidad. Tras la renuncia de las tropas soviéticas (1989) y la caída del régimen comunista y del propio Najibullah (1992), el país quedó administrado por un consejo provisional. En diciembre de 1992, Burhanuddin Rabbani fue denominado presidente por un Gran Consejo impresionante. A pesar de que su mando expiraba oficialmente en diciembre de 1994, continuó en el puesto hasta septiembre de 1996, en el momento en que los talibanes tomaron Kabul y le forzaron al exilio. El nuevo régimen instaurado por éstos se prolongó hasta noviembre de 2001, en el momento en que las fuerzas de la Alianza del Norte reembolsaron Kabul.

Con la tentativa de conquistar hacer un gobierno de carácter multiétnico, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) auspició la conmemoración en Alemania de la que fue denominada Conferencia Interafgana de Bonn, a la que acudieron delegados de las diferentes corrientes étnicas, religiosas y políticas del país (con excepción de los talibanes). El 5 de diciembre de 2001 negociaron la formación de un gobierno interino que en los siguientes seis meses harían frente a la transformación hacia la estabilidad política. Dicho gabinete, presidido por Hamid Karzai, tomó posesión el 22 de diciembre de ese año. En junio de 2002, la Loya Jirga (Gran Asamblea) eligió a Karzai jefe del Estado para los siguientes dos años, periodo en el que su ejecutivo debería organizar al país para la conmemoración de elecciones libres y democráticas.

En enero de 2004, fue aprobada la ya referida nueva Constitución por la que se conduce en la actualidad el Estado afgano. Su articulado establece que el presidente es el jefe del Estado y del gobierno, así como comandante en jefe de las Fuerzas Armadas. Es denominado por sufragio directo para una etapa de cinco años y no puede administrar a lo largo de más de dos mandatos. La Constitución de 2004 fijó una presidencia fuerte, sin embargo impuso algunas restricciones a la misma; por ejemplo, determinados nombramientos (como los de ministros gubernamentales y integrantes del Tribunal Supremo) y decisiones políticas están sujetas a la aprobación parlamentaria. En virtud de la Constitución de 2004, el Parlamento afgano es la Meli Shura (Asamblea Nacional), de carácter bicameral. La cámara baja es la Wolesi Jirga (Cámara del Pueblo), integrada por un número de integrantes no superior a 250 (estando reservada una cuarta parte a mujeres) que son escogidos cada cinco años. La cámara alta es la Meshrano Jirga (Cámara de los Ancianos), integrada por un representante de cada consejo provincial, un representante de cada consejo de distrito y un número de denominados presidenciales (la mitad de los cuales deben ser mujeres).

6.1 Justicia

La Constitución de 1931 fijó la oficialidad de la religión islámica, y el rito hanafí como fuente de Derecho. El hanafí, uno de los cuatro sistemas jurisprudenciales del islam suní, se identifica con la representación de la sharia. La Constitución de 1964 fijó que las leyes no podrían contradecir los principios básicos del islam, sin embargo que estarían sujetas a un proceso legislativo ordinario en el momento en que su contenido no vulnerase el de la sharia. Esta Constitución incorporó los jueces religiosos al sistema, sin embargo igualmente sancionó la supremacía de las leyes ciudadanos. La más alta instancia era el Tribunal Supremo, habiendo tribunales inferiores en los niveles provincial, municipal y de distrito. Los procesos podían ser dirimidos en las lenguas de las minorías nacionales, y se desarrollaron tribunales especiales para juzgar casos de naturaleza política. Tras el revés de Estado de 1978 y el cambio gubernamental, se dictaron una serie de mandatos legales para conquistar la modernización del sistema jurídico. Estos mandatos tuvieron como propósito eliminar la usura, las deudas antiguas, y las hipotecas sobre la tierra, así como el instauración de la equidad de derechos en el casamiento y una edad mínima para alcanzar este estado. Muchas de estas reformas entraron en conflicto con múltiples sectores de la población. El advenimiento del régimen talibán (1996-2001) consagró como norma máxima a la sharia, en la versión que este conjunto tenía de la misma, estricta y rigorista hasta el punto de transformar en habituales las lapidaciones, las amputaciones o los ahorcamientos.

La Constitución de 2004 establece que no puede decretarse ninguna ley que sea contraria a los principios del islam. Igualmente incluye disposiciones relativas a los derechos humanos y a la equidad de derechos de hombres y mujeres ante la ley. La Carta Magna sanciona la independencia del poder judicial, cuya máxima instancia es el Stera Mahkama (Tribunal Supremo); sus nueve integrantes son nombrados por el presidente con la aprobación de la Wolesi Jirga.

6.2 Gobierno local

Como ya se ha dicho, Afganistán se organiza en 31 provincias, que a su vez se ramifican en distritos y subdistritos. Cada provincia es administrada por un administrador, que es denominado por el gobierno central. Pero, la práctica ausencia de control central en el país, como consecuencia de los diferentes conflictos bélicos, dio como consecuencia que, a comienzos del siglo XXI, los diferentes “señores del conflicto bélico” y jefes provinciales ejerzan un definitivo dominio en sus extensiones de influencia.

6.3 Salud y bienestar social

Con precedencia al régimen talibán, el gobierno incrementó sus esfuerzos para perfeccionar la comodidad de los habitantes, y puso en marcha un programa de medicina preventiva contra afecciones contagiosas. Pero, las circunstancias de salubridad siguen siendo precarias por causa de la situación bélica, la mortandad infantil es alta (155 difuntos por cada 1.000 nacidos vivos en 2008) y la esperanza media de vida en 2008 era de 44 años para los hombres y de 44,4 años para las mujeres.

6.4 Defensa

En 2004 el conjunto de las Fuerzas Armadas contaba con 27.000 militares. Todos los hombres entre los 15 y los 55 años podían ser reclutados a lo largo de una etapa de tres o más años.

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