Forma binaria, estructura musical que consiste en dos partes repetidas, cada una de las cuales debe ser sucesiva. La simbología empleada para este tipo de forma musical suele ser AB o AABB, y la mayoría de los ejemplos se pueden encontrar en la música barroca. A lo largo del clasicismo, con el avance de la forma sonata, la forma binaria se usó menos, dadas las monumentales oportunidades compositivas y de desarrollo musical que daba la nueva forma ternaria.
Ya desde principios del siglo XVI se hallan pequeñas piezas instrumentales y vocales que utilizaban la forma binaria, como sucede en obras del organista germánico Elias Nicolaus Ammerbach o del compositor inglés Thomas Morley. A partir de finales del renacimiento, la forma binaria se impuso en la mayoría de las danzas de corte y durante el periodo barroco, compositores como Corelli, Purcell, Händel, Bach o Scarlatti, con sus más de 600 sonatas para teclado, realizaron la estructura binaria, otorgándole estructuras tonales congruentes y muy variadas. De esta forma, se pueden encontrar ejemplos en los que toda la obra se preserva en la misma tonalidad y otros, los más comunes, en los que la parte A está escrita en tonalidad destacado y la parte B en la preponderante, el relativo o en la subdominante, para retornar a la tonalidad inicial.
Tras el avance de la forma sonata, la forma binaria se continuó empleando, por ejemplo, en asuntos con variaciones como las de Beethoven o Brahms y en pequeñas piezas como las de Schumann. A pesar de todo, su uso ha seguido imperante en copiosas obras románticas y del siglo XX.
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