Ética en el Nuevo Testamento (Biblia)

Hasta que ese tiempo llegue los incondicionales de Cristo deben manifestar, a través de su conducta y sus relaciones, que están reconciliados con Dios. Tal es el mando del Nuevo Testamento íntegro, heredado del Antiguo: la vinculación inseparable entre la convicción religiosa y una conducta ética y moral. La Torá, Profetas y Hagiográficos habían repetido sobre esto, y el Nuevo Testamento preserva su énfasis en ello. La vida terrenal es denominada de múltiples formas como recta, santificada, bondadosa, devoto. Las obras escritas del Nuevo Testamento están repletos de instrucciones sobre esta vida, no únicamente en un sentido íntimo, sino igualmente en relación con los vecinos, los contrincantes, los familiares, los amos y prisioneros, los empleados públicos del gobierno y con el propio Dios. Estas instrucciones se imitan en el Antiguo Testamento, en las palabras y el ejemplo de Jesús, en los mandatos apostólicos, en las leyes de la naturaleza, en las listas de imposiciones familiares y en los ideales de los moralistas griegos. Se comprendía que todas estas circunstancias tenían su origen común en Dios, que espera que su propia lealtad sea correspondida con la lealtad de quienes se han reconciliado como familia de Dios.

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