Escuela del conocer práctico (neocofuncianismo)

Al principio de la dinastía Qing, desarrollada en 1644, los filósofos confucianos reexaminaron la civilización Ming con la tentativa de conocer el punto débil que había generado su caída. La escuela del conocer práctico rehusó tanto la especulación metafísica de la ortodoxa escuela del principio como el idealismo subjetivo de los incondicionales de Wang Yang-ming. Impulsaron el estudio restaurado de los escrituras clásicos de la dinastía Han para rememorar la ética legítima y las doctrinas asociado-políticas del confucianismo. Este estudio desencadenó un espíritu muy crítico y métodos científicos específicos de verificación de los escrituras. El mayor filósofo de esta escuela fue Tai Chen que, durante el siglo XVIII, objetó a la educación neoconfuciana que la verdad, o principios, existían en la mente humana y que se podía alcanzar mediante la disciplina mental. Creía que esas instrucciones habían llevado a una introspección y misticismo excesivos. Adicionalmente rehusó lo que los demás neoconfucianos habían determinado como verdad o principio por considerarlo como simples procesos subjetivos. Llegó a asegurar que el principio podía encontrarse en las cosas en única y que apenas podía ser estudiado con objetividad a través de la recopilación y estudio de datos inspirados en sucesos. Estos métodos científicos, sin embargo, no fueron jamás aplicados por la escuela empírica para el estudio del mundo natural: esta escuela se volcó en el estudio de los asuntos humanos de la misma forma que lo hicieron los clásicos. El resultado fue un eminente conocer en los campos de la filología, la fonología y la geografía histórica, sin embargo hubo muy poco conocimiento restaurador y no sucedía ningún avance en las ciencias naturales.

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