Entorno natural de Centroamérica

En términos estrictamente geológicos, América Central comienza en el istmo de Tehuantepec, al sur de México. Esa zona del estrecho divide las rocas volcánicas situadas al noroeste del pliegue y la falla de la estructura de Centroamérica. El límite geológico en el extremo sur está determinado por el valle del río Atrato, en Colombia, ya territorio de América Latina, al este de la límite con Panamá.

2.1 Historia geológica

Centroamérica es una región cuya corteza terrestre es en especial inestable, ya que se encuentra en el borde occidental de la placa tectónica del Caribe. La subducción de la corteza oceánica de este borde, que comenzó en el mioceno, hace 25 millones de años, elevó la tierra desde el mar. En una primera etapa se formaron una península y un archipiélago. Después, hace 3 millones de años, las islas dispersas se fundieron para formar un verdadero puente de tierra, o istmo, uniendo Norteamérica y América Latina.

Paralelamente que la subducción y la elevación, se produjeron erupciones volcánicas —por lo menos hay catorce volcanes activos en Centroamérica— y frecuentes cataclismos. Solamente en este siglo Managua, capital de Nicaragua, ha sido destruida dos veces por los terremotos. El más actual, acontecido en 1972, provocó 10.000 víctimas. La actividad volcánica ha producido un paisaje dotado de majestuosos conos levantados por las erupciones de lava y ceniza, y bellísimos lagos formados en las calderas o cráteres volcánicos apagados.

2.2 Regiones fisiográficas

Centroamérica es mayoritariamente una región montañosa y escarpada, con 109 volcanes, algunos a más de 4.000 metros sobre el nivel del mar. El volcán Tajumulco, en Guatemala, tiene 4.220 m. Centroamérica es, además, una de las zonas del continente americano con mayor número de volcanes activos. La superficie terrestre asciende abruptamente desde la estrecha región costera del océano Pacífico a las crestas de las montañas, y se precipita gradualmente a una vasta región que se despliega a lo largo del mar Caribe. Existen dos pasos interoceánicos que cortan de una parte a otra las tierras altas de Centroamérica, uno en Nicaragua (desde la desembocadura del río San Juan hasta el lago de Nicaragua) y el otro en Panamá (el paso del canal de Panamá). La costa del Pacífico tiene una longitud de 2.830 km, y la del mar Caribe en torno a 2.740 km. Existen copiosos conjuntos de pequeñas islas frente a las costas caribeñas, algunas de las cuales están habitadas, como las islas de la Bahía, en el golfo de Honduras.

2.3 Hidrografía

Los ríos más largos de Centroamérica desembocan en el Caribe, en tanto que los más copiosos, pequeños y caudalosos desaguan en el Pacífico. Entre los más largos están el Motagua, en Guatemala; el Ulúa, el Aguán y el Patruca, en Honduras; el Coco, que en uno de sus tramos sirve de demarcación de la límite entre Honduras y Nicaragua; el río Grande y el Escondido, en Nicaragua, y el San Juan, que indica en una de sus partes la límite entre Nicaragua y Costa Rica. Algunos de los ríos que desembocan en el Caribe son navegables por embarcaciones de poco calado, y los que desembocan en el Pacífico son demasiado pronunciados o poco intensos para la navegación.

Centroamérica tiene tres grandes lagos: los lagos Nicaragua y Managua, en Nicaragua, y el lago Gatún, en Panamá. Este lago es parte de del canal de Panamá, la gran vía comercial entre el Atlántico y el Pacífico.

2.4 Clima

La temperatura en Centroamérica, que está situada entre el trópico de Cáncer y el ecuador, se diferencia más en relación con la altitud que con la latitud. Se distinguen tres primordiales zonas climáticas: la tierra caliente, que se despliega desde el nivel del mar hasta los 910 metros de altitud y tiene un promedio de temperatura anual de 24 ºC; la tierra templada, que se despliega desde los 915 metros hasta los 1.830 metros y tiene una temperatura media anual de 18,3 a 24 ºC; y la tierra fría, que entiende la zona situada entre los 1.830 y los 3.050 m, con un promedio de temperatura anual de 12,8 a 18,3 ºC.

Las costas caribeñas y las vertientes de las montañas orientales reciben el doble de precipitaciones anuales que la costa del Pacífico y las vertientes de las montañas occidentales. La relativa sequedad de las laderas de la costa del Pacífico se debe a la presencia de aire frío estable producido por la corriente fría de California. Esta corriente, como la de Humboldt, que corre paralela a la costa peruana, enfría el aire e imposibilita la absorción de vapor de agua, reduciendo así las oportunidades de precipitación. Por el contrario, los efectos del agua templada del mar Caribe permiten que el aire absorba rebosante humedad, que es transportada después por los vientos preponderantes del Este. La condensación y los aguaceros tienen lugar en el momento en que los vientos fluyen hacia arriba y caen sobre las altas laderas de Centroamérica. Las precipitaciones son más penetrantes en la costa de los Mosquitos, en el extremo oriental de Nicaragua. San Juan del Norte recibe un promedio aproximado de 6.350 milímetros de lluvia al año.

2.5 Flora

En Centroamérica hay una gran diversidad de plantas, y la vegetación es parecido a la que hay en Norteamérica y América Latina. Las tierras bajas de selva tropical de las costas caribeñas y del Pacífico se parecen a la selva o floresta tropical de América Latina. Esto es en especial cierto por debajo de los 1.000 m, donde son rebosantes palmeras, helechos arborescentes, lianas y epifitas (plantas aéreas), que evidencian el alto grado de humedad y de precipitaciones de la región. La vegetación muestra concomitancias con la de Norteamérica a altitudes localizadas entre los 1.000 y 1.600 m. Los bosques de pinos y robles de las tierras elevadas se parecen a los de México. En las regiones altas de Guatemala aumentan hierbas semejantes a las que aumentan en México y Estados Unidos. Y en Costa Rica, a 3.100 m, aumentan hierbas altas que son muy semejantes a las que aumentan en los tres ramales de la cordillera de los Andes en América Latina.

2.6 Fauna

La mayoría de los animales de Centroamérica son semejantes a los que existen en América Latina y apenas en algunos casos a los de Norteamérica. Animales como la zarigüeya, el jaguar, el margay y el ocelote, que son integrantes de la familia de los Félidos, tienen vínculos con los de América del Sur. Por el contrario, el puma, el zorro gris y el coyote son de origen norteamericano. El armadillo, el oso hormiguero y el oso bezudo perviven en las lagunas aisladas del oriente centroamericano. El manatí se caza por su carne, al igual que la gran tortuga verde y la iguana. América Central es el hábitat de una gran diversidad de serpientes, como la boa constrictor. Los papagayos, el quetzal y los tucanes son muy comunes en esta región y hay numerosas especies de peces; igualmente son significativos los tiburones del lago Nicaragua.

2.7 Recursos minerales

Los minerales de Centroamérica eran el destacado aliciente para cautivar a los colonizadores españoles. Existen yacimientos de oro y plata en Honduras y en las partes altas de Nicaragua. Honduras igualmente tiene significativos yacimientos de plomo, cinc, cobre y mineral de hierro de bajo grado; Nicaragua tiene grandes reservas de gas natural en aguas del Pacífico. En las cercanías de Izabal, en Guatemala, hay grandes yacimientos de níquel; igualmente en este país hay significativos yacimientos de petróleo, entre ellos los cercanos a Chinajá. Costa Rica tiene grandes cuantías de bauxita en los alrededores de Boruca. Panamá tiene considerables yacimientos de cobre.

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