Características físicas de las algas

Con excepción de las cianobacterias, que igualmente han acogido el nombre de algas verdeazuladas, las algas están formadas por células eucariotas —esto es el interior de la célula está estructurado en orgánulos separados por una membrana, entre los que se hallan el núcleo y las mitocondrias. Las cianobacterias son organismos procariotas, esto es organismos unicelulares bastante simples que carecen de núcleo. Pero, como su actual nombre indica, las cianobacterias tienen características semejantes a las bacterias y las clasificaciones más modernas las incluyen en ese conjunto.

Un significativo orgánulo que se localiza en las algas eucariotas es el cloroplasto, que contiene los pigmentos culpables de capturar la energía del Sol a lo largo de la fotosíntesis. En la mayoría de las algas el destacado pigmento es la clorofila, el mismo que tienen las plantas. Muchas algas contienen otros pigmentos secundarios, como los carotenoides, que son pardos u amarillos, y las ficobilinas, que son rojas o azules. Los pigmentos secundarios suministran a las algas sus característicos colores.

Al igual que sucede en las plantas, la mayoría de las algas tienen paredes celulares rígidas compuestas especialmente por celulosa. Una excepción son las diatomeas, cuyas paredes se constituyen especialmente de sílice. Esta sustancia les suministra rigidez y forma preparados patrones que se usan para considerar las diferentes especies. Muchas algas tienen apéndices semejantes a látigos, llamados flagelos, unidos a sus paredes. Al batir sus flagelos a través de movimiento rotatorio, estas algas son aptos de desplazarse a través del agua. Unas pocas especies que carecen de paredes celulares rígidas son aptos de extender hacia fuera una parte de su cuerpo para arrastrarse sobre superficies sólidas, de forma semejante a como hacen las amebas.

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