Balada (literatura)

A partir del enfoque musical, la balada se ajusta al modelo AAB (A = texto ab; B = texto bcbC). Los trovadores y troveros compusieron en los siglos XII y XIII baladas monofónicas, a las que llamaron cansón. A partir de Machaut, la balada se transformó en una forma polifónica. En líneas generales, si consiste en una obra vocal, la balada se llama así por el texto poético que le da origen; en el momento en que consiste en una pieza instrumental, ha de suponerse que el compositor eligió ese nombre por el estilo que inspira su música o porque la misma estructura funciona como relato de una balada poética. A partir del enfoque temático llamaron cansón, si el asunto era el amor cortés, tensón, para coloquios y debates, serventesio, para sátiras, planto, si se trataba de cantos fúnebres, alba, en el momento en que era una canción matinal, y serena, si era nocturna.

Según los países, las baladas adoptan diferentes formas de versificación y hasta nombres diferentes. Las baladas inglesas y americanas, por ejemplo, siempre se ajustan a la rima y están divididas en estrofas. Las baladas rusas (byliny) no tienen rima, ni se organizan en estrofas.

2. BALADAS Y ROMANCES

El término semejante a la balada en España sería romance, amalgama no estrófica y con rima asonante sólo en los versos pares. Este último rasgo permite aproximar los romances españoles con los viser daneses, sin embargo éstos se organizan en estrofas.

La divulgación de baladas o romances estuvo bajo el control de cantantes y músicos profesionales que se ocupaban de entretener a nobles, ricos burgueses o clérigos. Pero su popularidad se extendía igualmente entre estamentos más humildes. Ésa fue la razón de ser de los juglares que, en el caso de España, aceptaron repartir historias de amor, hazañas heroicas y hasta novedades más o menos contemporáneas como puede evidenciarse a través del romancero. El oficio de los juglares (su mester) llegó a establecer la tendencia poética conocida como mester de juglaría. La balada, modernamente, se asocia en el ámbito de habla hispana con formas de la canción popular (seguramente por influjo de las folk ballads inglesas).

Una escritora y cantante como la argentina María Elena Walsh es autora de una serie de poemas denominada Baladas con ángel. Una de ellas, la Verídica balada de la flor de madera, está compuesta por ocho estrofas de seis versos, los cuatro primeros eneasílabos y los dos últimos endecasílabos, que actúan a manera de envoi o tornada. Los endecasílabos finales se repiten en todas las estrofas menos en la última. Sirva como ejemplo el comienzo de este poema:

Ella volvía alegremente
de las tempranas arboledas,
con una paloma en los ojos
y con una flor de madera.
Ella volvía tan alegremente
del amor nuevo y de la primavera.

— 1.359 visualizaciones.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *