Arte chino en la dinastía Song

En los años que siguieron a la caída del gobierno Tang el territorio de China quedó reducido como consecuencia de las invasiones de los pueblos vecinos. Los emperadores Song (960-1279) no eran tan fuertes como sus precursores Han o Tang. Se esforzaron por conservar una paz poco sólida con sus, casi siempre, hostiles vecinos, y las artes de la etapa denotan una introspección y un refinamiento que se cultivaron como respuesta a las ásperas realidades políticas. Los emperadores Song se caracterizaban por ser muy ilustrados y muchos de ellos eran, inclusive, consumados artistas.

1. Pintura

Con frecuencia se alude a la pintura de este periodo, rebosante en escuelas y estilos, como la mayor realización del arte Song. Se creó una academia real de pintura y la propia corte patrocinó a numerosos artistas. La familia real prefería los asuntos de pájaros y de flores, así como los retratos de los animales de compañía y de los niños. Muchas pinturas de este periodo, con estos asuntos, sirvieron de patrón para juzgar obras ulteriores y son muchos los pintores chinos actuales que siguen trabajando en los estilos cortesanos de la pintura Song, tanto florales como de retratos, copiados una y otra vez a lo largo de los siglos.

Pero, la dinastía Song es más conocida por la pintura de paisajes. A lo largo del periodo Song del norte (960-1126), los pintores solían inclinarse por un estilo monumental, desarrollando sobrecogedores panorámicas. Artistas como Li Ch’eng, maestro de los planos horizontales y distantes (activo en el siglo X), y Fan K’uan, pionero en la técnica del sombreado y del punteado (activo a comienzos del siglo XI), sobresalieron en este estilo con sus imponentes dibujos de acantilados rocosos interrumpidos por alguna catarata o por un conjunto de figuras pequeñas. La ejecución técnica es muy compleja, con pinceladas superpuestas que hacen la ilusión de textura. Por aquella etapa apareció igualmente la pintura de los letrados o wen-jen-hua. Éstos eran artistas independientes que discrepaban con los estilos impuestos por la academia y que desarrollaban sus propios paisajes. Los que practicaban el wen-jen-hua, en el periodo Song del sur, preferían asuntos menos grandiosos que los pintores oficiales y con frecuencia elegían un sencillo árbol o una roca con un bambú.

En el siglo XII la familia real Song se vio forzada a escapar hacia el sur, y se restauró en la ciudad de Hangzhou. A lo largo de esta etapa, conocida como Song del sur (1127-1279), la academia de pintura imperial creó un estilo de paisaje conocido como escuela de Ma-Xia por el nombre de sus dos primordiales representantes, Ma Yuan y Xia Gui. La expansión alcanzada por el estilo Song del norte les llevó a hacer paisajes menos preparados, empleando las veladuras para sugerir la masa terrestre y para conferir a la obra un aspecto ligero y etéreo. A Ma Yuan se le conocía como ‘Ma-el-de-una-esquina’ porque con su pintura apenas cubría una esquina del cuadro, dejando el resto en blanco. Esta técnica acentuaba la sensación de espacio abierto y sugería el infinito, cualidades muy apreciadas en el estilo Ma-Xia.

Contrastando con la serenidad de la obra de Ma Yuan y Xia Gui está la de los monjes Ch’an (Zen en japonés), rama de la fe budista que cree en la espontaneidad de la producción artística. Los pintores de la academia oficial niegaban este estilo, de pincelada libre y muy suelta, calificándolo de obra de “ebrios locos”. La independencia de la escuela Ch’an se transformó en un modelo básica para los artistas de los siglos ulteriores que se exponían desencantados ante los estilos simplemente académicos.

2. Cerámica

La cerámica de las etapas Song del norte y del sur es comparable con la pintura de paisajes en cuanto a diversidad y realizaciones. Entre los productos más bellos, denominados clásicos, de los hornos del norte está la loza Ting, en la provincia de Hebei, una cerámica blanca con barniz trasparente de color marfil ornamentada con motivos delicadamente tallados o estampados, entre los que abundan los capullos de loto, en origen símbolo budista, sin embargo muy frecuentes en el arte profano de la dinastía Song. La loza Ju, recubierta de un vidriado azul pálido ligeramente cuarteado, era muy popular en la corte y se utilizaba para cuencos y macetas. El celadón, un tipo de gres de gran calidad, era igualmente un clásico en los hornos tanto septentrionales como meridionales. En el norte, donde el celadón tiende a ser de un color verde grisáceo, se utilizaba para la fabricación de jarrones o de pebeteros. Adicionalmente de estas diversidades, favoritas de la corte, había igualmente un tipo de cerámica popular denominada Tz’u-chou, que se fabricaba en la provincia de Henan para uso local. Los alfareros de T’zu-chou utilizaban una holgada variedad de técnicas decorativas, entre las que se contaba el vidriado, la pintura, el tallado y el esmaltado. Las formas eran muy variadas aunque abundaban los cabezales, los jarrones y los objetos en miniatura, que se empleaban seguramente como juguetes.

El sur de China agregó su propia loza real, especialmente la porcelana blanca descubierta en la zona de los Tang. Algunas piezas de cerámica fina se realizaban expresamente para uso imperial y tenían el carácter de kuan, esto es, oficial. Los objetos de celadón del sur poseían un sutil vidriado verde azulado que provocaba una sensación de serenidad en aquellos que los observaban. Los monjes budistas de la provincia de Fujian preferían tomar el té en brillantes cuencos negros vidriados de loza de Chien. Para ornamentar estos utensilios se ponía antes de cocerlos en su interior una hoja o un motivo recortado en papel que una vez en el horno se desintegraba, dejando una marca lóbrega que se hacía más visible al llenarlos de té. Estos cuencos de cerámica de Chien eran muy apreciados por los monjes japoneses que estudiaban en los monasterios Zen de China; en Japón se preservan copiosas colecciones de este tipo de loza de la etapa Song.

3. Escultura

Las formas plenas propias de la dinastía Tang siguieron en la escultura de la etapa Song. Los triunfos más importantes se consiguieron en las figuras budistas, en las que con frecuencia la arcilla y la madera sustituían a la piedra. La arcilla, de gran plasticidad, posibilitaba plasmar las formas del cuerpo con más suavidad y con ella se obtenían atrayentes resultados de semejante con el natural.

4. Arquitectura

El refinamiento de la dinastía Song igualmente se aprecia en lo que queda de la arquitectura de la etapa. Las formas Tang se fueron alargando y afinando y dieron lugar a las agujas particulares del estilo Song. Los tejados curvos, tradicionales de la arquitectura china, consiguieron su apogeo en el periodo Song. Se perfeccionaron las vigas transversales para dar el amparo necesario a los pesados tejados. En el interior, un sistema de delicadas bóvedas y ménsulas de madera daba amplitud y luz a los espacios. Las pagodas seguían siendo el edificio religioso por excelencia. Al principio se construían en mampostería y, especialmente en el norte, se decoraban con liosas celosías. A pesar de que los arquitectos Song preferían la altura a la anchura, hay ejemplos de que igualmente se cimentaron edificios anchos y bajos. Estas estructuras solían ir junto as de patios, balcones y grandes vestíbulos, atributos que se harían más frecuentes en las etapas Yuan y Ming.

— 113 visualizaciones.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *