Alvar Aalto

Alvar Aalto (1898-1976), arquitecto y diseñador finlandés, uno de los más destacados del siglo XX. Como maestro precursor del regionalismo crítico, superó el severo racionalismo del movimiento moderno con una sorprendente sensibilidad por los materiales, las formas y la luz que conforman sus espacios orgánicos.

Nació el 3 de febrero de 1898 en Kuortane, luchó en 1917 por la independencia de Finlandia y en 1922 se graduó en la Escuela Politécnica de Helsinki. A pesar de que heredero de la tradición nórdica de Eliel Saarinen o Gunnar Asplund, su éxito se consagró gracias a una serie de edificios racionalistas: las oficinas e imprenta del periódico Turun Sanomat en Turku (1927-1930), con sus columnas ahusadas de la sala de máquinas; la excepcional biblioteca de Viipuri (actual Viborg, Rusia), donde la silenciosa sala de lectura se ilumina a través de una retícula de lucernarios cilíndricos, que se ha transformado en modelo tipológico para la arquitectura moderna; y el sanatorio antituberculoso de Paimio (1929-1933), donde, además de los progresos tecnológicos, los pacientes gozan de sofisticados elementos arquitectónicos, como los techos coloreados para soslayar el deslumbramiento y los amplios ventanales, abiertos al mediodía hacia unas admiradas vistas. Para éste y para otros muchos edificios, Aalto y su primera mujer, Aino Marsio, realizaron la ornamentación y los muebles, casi invariablemente de madera laminada. Para crear estos diseños en serie instauraron en 1935 la compañía Artek, que aún hoy preserva en catálogo sus piezas junto a otras productos nórdicas.

La reputación internacional de Aalto creció con una serie de edificios previos a la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), en los que dejó por fin la ortodoxia del movimiento moderno. En ellos destaca la búsqueda de la escala humana en los espacios exteriores, las formas orgánicas y la recobración moderna de la madera, patrocinada por las primordiales industrias finlandesas. Este material destaca en los pabellones de Finlandia para la Exposición Mundial de París de 1937 y la Exposición Internacional de Nueva York de 1939, sin embargo igualmente es fundamental en el carácter de la villa Mairea (1938-1939), su obra maestra residencial. Construida en un claro del bosque de Noormarkku para Mairea Gullischen, heredera de la compañía maderera Ahlström, la estructura en torno a un patio, los contrastes entre tradición y modernidad, las formas irregulares y los materiales cálidos promueven a crear un ambiente evocador, peculiar hasta ese momento en la arquitectura moderna.

En 1940 Aalto llegó a Estados Unidos como docente invitado por el Massachusetts Institute of Technology (MIT), donde erigió la sinuosa Baker House (1947), sin embargo regresó a Finlandia en 1948 para conducir la Oficina de Reconstrucción de este país, devastado por la Segunda Guerra Mundial. Allí reencontró su sensibilidad expresiva, pletórica en el ayuntamiento de Säynätsalo (1949-1952), construido en ladrillo y madera en torno a un patio elevado, o relajante en el Instituto Nacional de Pensiones (1952-1956) de Helsinki, un enorme complejo que destila serenidad y silencio.

Consagrado como maestro internacional, inició a diseñar centros de ciudades como Seinäjoki (1952-1960), donde separó el tránsito peatonal y el rodado, Rovaniemi (1963) y Jyväskylä (1964-1978), donde ya había construido la Universidad (1950-1956). El carácter mediterráneo de su urbanismo, con plazas y patios entrelazados, alcanzó su renombre en la Escuela Politécnica de Otaniemi (1955-1964), que se precipita en terrazas abiertas hacia un parque. Entre sus últimos edificios en Helsinki sobresalen la sinuosa Casa de la Cultura (1955-1958), con sus expresivos muros de ladrillo, y el Palacio de Congresos Finlandia (1970-1975), ubicado a orillas del lago. Aalto falleció el 11 de mayo de 1976 en Helsinki.

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