Alud

Alud, derrame inmediato de grandes masas de nieve o hielo a lo largo de una pendiente o acantilado, con velocidades que en ocasiones superan los 160 km/h. Estos aludes, que pueden destruir vidas y bienes, se generan con más frecuencia en las pendientes que superan los 30°, en el momento en que cae súbitamente una fuerte nevada que no tiene tiempo de cuajar o en el momento en que arranca el deshielo bajo una capa de nieve ya depositada. Es más fácil que se produzcan aludes de granizo blando que de nieve normal. Pueden ser en especial amenazadores los aludes de placas de nieve apelmazada por el viento.

El conjunto de varias circunstancias puede desencadenar un alud; entre éstos se hallan la temperatura, el desprendimiento de masas deslizantes de nieve y las vibraciones producidas por ruidos fuertes o movimientos de la Tierra. Las patrullas de seguridad de las zonas de montaña disminuyen el peligro realizando detonar explosivos ubicados estratégicamente, de forma que produzcan aludes menores y menos destructivos. Un corrimiento de tierra es un desplazamiento parecido sin embargo de rocas y tierra.

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