Almizcle

Almizcle, sustancia de olor fuerte y perseverante, sintetizado por una glándula del macho del ciervo almizclero, animal que se encuentra en las montañas más altas de Asia. El olor perdurable del almizcle lo ha transformado en un constituyente significativo de los perfumes a lo largo de la historia. El almizcle igualmente retrasa la evaporación de las fragancias más volátiles del perfume, y es empleado como fijador en combinaciones donde sobresalen otros aromas. Es estimado un afrodisiaco en Asia, y se considera que puede ser beneficioso desde un enfoque médico si se emplea como estimulante. El almizcle fresco es viscoso, sin embargo en el momento en que se seca se transforma en un polvo granular, a partir del cual se genera un tinte empleado en la fabricación de perfumes. Se ha citado cuál es el aceite básico que constituye la fuente del olor, y ha acogido el nombre de cetona de almizcle. La cetona de almizcle sintética se emplea igualmente para crear jabones y cosméticos. Véase Perfumería.

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