Alma en el judaísmo, cristianismo e islamismo

En el judaísmo primitivo se explica la personalidad humana en su conjunto, sin hacer una clara distinción entre el cuerpo y el alma. Hacia el medievo, sin embargo, el alma era definida como el principio de vida, y era identificada capaz de pervivir al declive corporal. La doctrina cristiana del alma se apoyó en las filosofías de Platón y Aristóteles. La mayoría de los cristianos considera que cada persona tiene un alma inmortal y que la personalidad humana en su conjunto, compuesta de alma y de cuerpo resucitado, debe, a través de la fe, respaldar la presencia de Dios después de la vida. La teoría neoplatónica del alma como prisionera en un cuerpo material prevaleció en el pensamiento cristiano hasta que el teólogo del siglo XIII santo Tomás de Aquino aceptó el estudio de Aristóteles sobre el alma y el cuerpo como dos elementos conceptualmente distinguibles de una sola sustancia. De ahí, el cristianismo luchó a lo largo de un prolongado periodo contra el gnosticismo, el maniqueísmo y sectas análogas que consideran el alma como exiliada de los reinos espirituales de luz en un universo material absolutamente corrupto.

Las instrucciones del islam sobre el alma relacionan las del judaísmo y las del cristianismo. Según el Corán, Dios dotó de alma al primer ser humano, y en el momento de la muerte el espíritu de los devotos es llevado ante Dios.

— 62 visualizaciones.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *