Alienación

Alienación, extrañamiento de uno mismo frente a otros individuos, a la sociedad o al trabajo. Por lo general, se atribuyen al término significados con frecuencia contradictorios. Los psiquiatras, por ejemplo, consideran que la alienación es un bloqueo autoinducido o una disociación de sentimientos que produce en la persona una reducción de su aptitud social y emocional con los resultantes impedimentos para ajustarse a la sociedad. Pero, algunos filósofos consideran que el origen de la alienación no está en la persona sino en una sociedad vacía y despersonalizada. El historiador social del arte Arnold Hauser ha relacionado el concepto de alienación con el de narcisismo, caracterizándolos como tendencias propias del arte manierista y su proyección en múltiples expresiones artísticas y literarias contemporáneas, esto es, desde el siglo XVII hasta el XX. Lejos de una categorización moral de ambos conceptos, Hauser se formula precisar fenómenos que se repiten con frecuencia en la representación artística: la reflexión sobre el propio material de trabajo (la literatura que se refiere a sí misma o, como en el caso de Las Meninas de Diego de Silva Velázquez, el pintor que aparece en la tela empleando las oportunidades del juego de espejos). El propio Don Quijote sería un ejemplo de búsqueda de otro (lo ajeno) fuera de sí (lo propio), con la incorporación de un componente significativo de distanciamiento: el humor y, junto con él, la parodia.

El concepto de alienación es ancestral. Ya san Agustín decía que la humanidad, por su naturaleza pecadora, se encontraba alienada de Dios. Pero, sopesaba que se podía llegar al apaciguamiento a través de la fe en Cristo. El filósofo germánico Karl Marx, en su representación financiera de la alienación, sostenía que las personas se encontraban alienadas de su propio trabajo, ya que al no tener los medios de producción, otra persona (el propietario o capitalista) se apropiaba de su obra que pasaba a ser imprescindible y no ingenioso. Para Sigmund Freud, médico austriaco y autor del psicoanálisis, la alienación era un distanciamiento de uno mismo provocado por la división de las partes consciente e inconsciente de la mente. La sociología proporcionó otro modo de ver: la anomia o desarraigo (postulada por el teórico social francés Émile Durkheim) era debido a la pérdida de la tradición social y religiosa. Después algunos sociólogos ampliaron la teoría de la alienación de Durkheim. Los existencialistas Søren Kierkegaard, Martin Heidegger y Jean-Paul Sartre sopesaban que cierto grado de autoextrañamiento e impotencia ante el propio destino era algo inherente a la condición humana.

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