Alfombras: técnicas de tejido

Existen dos tipos de alfombras: las de tapicería, lisas o tejidas, y las de nudo. Las iniciales, como los kilim, están formadas simplemente por unos hilos verticales (urdimbre) y unos hilos horizontales (trama). El dibujo se hace tejiendo las hebras horizontales de colores de conformidad con el diseño. Esta técnica se adapta más al tipo de dibujo geométrico que al curvilíneo. Las alfombras lisas pueden transformarse en brocados (introduciendo hebras horizontales o verticales de oro o plata) o decorarse con bordado de aguja.

Las alfombras de nudo constan de un tejido base de hilos verticales (urdimbre) que forma la trama de un telar. El nudo se hace envolviendo o anudando hebras cortas en torno a los hilos de la urdimbre. Cuando se acaba de anudar una fila, se pasa encima un hilo horizontal a lo ancho del tejido y se aplasta firmemente la parte tejida con un peine. Antes de sacar la alfombra del telar se corta el pelo para igualar la superficie.

El nudo es muy significativo en una alfombra porque, además de formar los dibujos con que se adornan, del número de ellos por centímetro cuadrado y de su longitud, grosor y la calidad de sus extremos, dependen el valor de la alfombra e igualmente su permanencia.

Existen tres tipos de nudo: el turco o nudo de Ghiordes (empleado especialmente en el Cáucaso, Irán y Asia Menor), el persa o nudo de Shena (empleado especialmente en la India, China, Irán y Egipto) y el nudo español (empleado especialmente en la península Ibérica). Los nudos persa y turco se hacen sobre dos hilos de urdimbre, mientras que el nudo español apenas sobre uno. El nudo se adapta a los dibujos geométricos y a los curvilíneos; la delicadeza del tejido y la complejidad del dibujo depende del grosor de la urdimbre y la densidad de nudo. El nudo persa es el que permite rehacer dibujos más complejos.

2.1 El telar

Por lo general se emplea el mismo tipo de telar para ambos tipos de alfombras: las de tapicería y las de nudo. A pesar de que la forma del telar se diferencia conforme las culturas, sus elementos son invariablemente los mismos. Un telar está constituido por dos rodillos paralelos fijos (denominadas plegador y enjulio) a los que se sujetan los hilos de la urdimbre. Entre ambos rodillos se hallan los listones de entrecruzamiento y los lizos sujetados con unos soportes denominados cárcolas que levantan alternativamente los diferentes hilos de la urdimbre y permiten al tejedor introducir la lanzadera con el hilo de la trama entre ellos. En la antigua Grecia se utilizaba una variante del telar de alto lizo (vertical), semejante a la que hoy en día hay en los países escandinavos. Se denomina de alto lizo porque los hilos de la urdimbre cuelgan libremente de la barra superior y se preservan verticales a través de pesas de cerámica o piedras atadas a sus extremos.

— 211 visualizaciones.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *