Alfarabí (c. 873-950), filósofo musulmán, igualmente conocido como Alfarabius, el primero del mundo islámico que sugirió la primacía de la verdad filosófica sobre la expuesta, asegurando, contra la convicción de otras religiones, que las verdades filosóficas son universales y no relativas a los espacios geográficos.
Nació en Farab (Transoxiana, en el actual Uzbekistán), de familia turca. Hizo sus primeros estudios en Jurasán (Irán) y luego en Bagdad, donde tuvo como maestros a cristianos sirios, buenos documentados de la filosofía griega. Igualmente frecuentó a Sayf al-Dawla, el legislador de Alepo en Siria. Alfarabí fue uno de los primeros pensadores que comunicó al mundo islámico las doctrinas de Platón y de Aristóteles, a los que sopesaba idénticos en esencia. Influyó de una forma muy penetrante en otros pensadores siguientes, como Avicena y Averroes.
Deslumbrado por el neoplatonismo de Plotino, Alfarabí sugería un Ser Supremo, autor del mundo a través del ejercicio de la inteligencia racional. Creía que esta misma facultad racional era la única parte inmortal del ser humano y, así, propugnaba como legítima propósito humana el avance de esta aptitud. Más que ningún otro pensador musulmán, prestó una gran atención a las teorías políticas, adaptando el sistema de Platón (que este autor sugirió en La República y en Leyes) a la situación política del mundo musulmán de su tiempo, descrita en La ciudad perfecta.
Alfarabí formuló como ideal una religión universal de la que todas las otras religiones existentes serían meras expresiones simbólicas. De sus más de 100 obras, la mayoría se han perdido, incluyendo sus comentarios a Aristóteles. Otras apenas se han preservado en su traducción medieval en latín. Adicionalmente de sus escritos filosóficos, redactó un catálogo de las ciencias que constituye el primer intento de sistematizar el conocimiento humano por parte de un autor musulmán. Igualmente agregó su contribución a la teoría musical con su gran libro de la música.
— 46 visualizaciones.