Alessandro Manzoni

Alessandro Manzoni (1785-1873), novelista, poeta y dramaturgo italiano, nacido en Milán, figura básica no solo de la literatura italiana, sino igualmente de su historia.

De joven se sintió atraído por el racionalismo y el escepticismo, corrientes que dominaban en la literatura francesa del Siglo de las Luces, y por las ideas jacobinas y anticlericales, filosofía que aparece en su poema El triunfo de la libertad (1801), en el que canta la derrota del despotismo y de la superstición gracias a la labor de Napoleón.

2 EL CATOLICISMO DE MANZONI

Pero, a partir de 1808 sus ideas modificaron. Contribuyeron a ello varios sucesos. El más significativo fue su casamiento con Enrichetta Blondel, que aunque calvinista se transformó al catolicismo y arrastró a la Iglesia católica al marido, el cual hizo pública y notoria su nueva adhesión religiosa.

Esta conversión marca el principio de la poesía manzoniana, en la que se combina el patriotismo ardiente y el devoto catolicismo. Muestra de ello es el volumen de poemas religiosos Los himnos sacros (1812-1815), en los que ensalzaba las celebraciones primordiales del año litúrgico, sin embargo que no llegó a concluir, ya que de las doce celebraciones apenas escribió cinco: La Resurrección, El Nombre de María, Navidad, La Pasión y Pentecostés. Entre las obras de corte patriótico se hallan las odas a el fallecimiento de Napoleón, El cinco de mayo (1821) y Marzo 1821 (escrita ese año sin embargo que no se pudo comunicar hasta 1848), sobre las rebeliones de ese año.

Igualmente a este periodo pertenecen las desventuras románticas Conde de Carmagnola (1820) y Adelchi (1822).

3 LOS NOVIOS

Pero, su fama universal se la debe a Los novios. Esta obra tuvo una primera publicación con el nombre de Fermo y Lucía (1823), que Manzoni modificó y publicó por fin por partes desde 1840 a 1842. A la publicación definitiva y completa de 1842 le agregó el apéndice Historia de la colonia infame, que reanuda la descripción que del lazareto se hace en la obra literaria en prosa para documentar históricamente la peste de 1630. Es una obra literaria en prosa histórica de carácter romántico sobre la vida en Milán bajo la dominación española, durante el siglo XVII. Considerado un clásico de la literatura mundial, sentó las bases de la narrativa moderna en Italia e ejerció influencia sobre muchos novelistas siguientes.

Manzoni se sirvió de la historia de la pareja de humildes y bondadosos campesinos que no pueden contraer matrimonio, pese a su amor, porque el señorón español, don Rodrigo, se ha encaprichado de la muchacha, para realizar una semblanza de la tiranía austriaca —extranjera igualmente— de su etapa. Junto a estos tres personajes, reseñados con realistas aspectos psicológicos, sobresalen además el cura don Abondio, timorato y lleno de todas las debilidades humanas, fray Cristoforo, el fraile capuchino defensor de los débiles, o el Innominato (el Innombrable), espantoso bandolero que se redimirá antes de perpetrar su último delito. En esta obra literaria en prosa, de corte realista y recorrida de un gran sentimiento religioso y patriótico, el peso de la Providencia adscribe la voluntad de connotaciones importantes, pues su mensaje en definitiva se fundamenta en establecer que la bondad y la confianza en la Providencia, pese a las desgracias que se tengan que aguantar, invariablemente son recompensadas o en la tierra o con la salvación eterna del alma.

4 LA CUESTIÓN DE LA LENGUA

Entre 1830 y 1859, Manzoni trabajó en el tratado Sobre la lengua italiana, que no llegó a terminar. Sus propósitos eran hacer frente el conflicto de la naturaleza de la lengua, constreñir cuál era la legítima lengua italiana y establecer los fines literarios y ciudadanos de una lengua nacional unitaria.

A través de éste y de otros escritos, él reconocía que todos los dialectos italianos tenían categoría de lengua, sin embargo para llegar a la lengua nacional que favoreciera la unidad territorial lo más práctico era adoptar para toda Italia el dialecto que fuera más rico culturalmente, por lo que sugería el florentino. No se refería al florentino de los clásicos, sino al hablado en su etapa, porque era el que más se adaptaba a las necesidades de la sociedad contemporánea.

A pesar de no haber cogido parte en los motines del Risorgimento, por su patriotismo, en 1860, fue denominado senador en la primera legislatura del recién nacido Reino de Italia. A su fallecimiento los compositores italianos se propusieron redactar una misa en su honor para ser cantada al año próximo y cada uno se encargó de una parte; apenas Giuseppe Verdi cumplió su requerido, y a partir de ahí acabó la Misa de Requiem en 1874, a Manzoni.

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