El nacionalismo fomentado en Alemania durante el siglo XIX llevó a dos guerras desastrosas y a la siguiente división a mediados del siglo XX.
Ninguna de las potencias europeas pretendía una guerra mundial, sin embargo todas recelaban y sopesaban a Alemania —de nuevo unificada, superior en población y producción industrial, y muy violenta— como un contrincante amenazador. Específicamente, Francia anhelaba reembolsar Alsacia y Lorena; Gran Bretaña, que basaba su poder en la supremacía marítima, se sintió amenazada por la expansión colonial germánica y la reiteración de Guillermo II en formar una gran fuerza naval; Austria y Rusia recelaban la presión dentro de sus imperios tambaleantes. La misma Alemania recelaba conservar una guerra en dos frentes. Todas estas potencias rastrearon la protección en amplios ejércitos estables, inclusive en tiempo de paz, y en un intrincado sistema de alianzas internacionales.
El delicado equilibrio de poder de Bismarck demostró demasiados impedimentos para ser mantenido por Guillermo II. Al declinar en 1887 la renovación del Tratado de Reaseguro con Rusia, sostuvo la Triple Alianza (1882) de Alemania, Austria e Italia. Para equilibrar la situación, Rusia acordó una alianza en 1894 con Francia. Gran Bretaña, durante mucho tiempo neutral, clarificó sus distinciones coloniales con Francia en la Entente Cordial (1904) y con Rusia en el Próximo Oriente (1907), lo que dio como resultado la formación de la Triple Entente. De esta forma, Europa se dividió en dos bloques armados.
7.9.1.1 Los pasos hacia el conflicto bélico
Las dificultad de Marruecos y los Balcanes intensificaron los antagonismos. Guillermo II intervino dos veces en Marruecos (1905, 1911), que Francia procuraba, para resguardar los intereses alemanes en África. La anexión por parte de Austria, en 1908, de las provincias turcas de Bosnia y Herzegovina llevó a perder el optimismo de Serbia de conquistarlas. El homicidio, con conocimiento serbio, del liberal archiduque austriaco Francisco Fernando de Habsburgo en Sarajevo en junio de 1914 fue la chispa que inició el conflicto bélico. Alemania aseguró a Austria su pleno amparo, tras lo cual mandó un ultimátum que Serbia no podía admitir. A causa de que la ventaja militar dependía de la rápida movilización de los ejércitos, ésta sucedía con gran velocidad. Austria manifestó el conflicto bélico a Serbia; Rusia, para resguardar a Serbia, se movilizó contra Austria y Alemania. Alemania dio a Rusia doce horas para desencontrarse, movilizó sus tropas y, al no obtener respuesta, manifestó el conflicto bélico a Rusia. Al contraer que Francia auxiliaría a Rusia, Alemania igualmente manifestó el conflicto bélico a Francia.
Cuando inició la Primera Guerra Mundial, los alemanes aguardaban que una rápida conquista de Francia soslayaría el enfrentamiento en un doble frente, por lo que inició la conquista del territorio galo. Eludiendo el fortificado límite francés, las tropas germánicas invadieron y aventajaron por la neutral Bélgica, con la tentativa de tomar París por sorpresa, sin embargo los alemanes hallaron más resistencia en Bélgica de la que aguardaban. La violación de la neutralidad belga, garantizada internacionalmente, desencadenó que Gran Bretaña auxiliara a Francia, pese a cierta cordialidad hacia los Imperios Centrales.
7.9.1.2 Desarrollo del conflicto bélico
Las tropas germánicas casi aparecieron a París. Pero, los británicos y franceses pararon milagrosamente el avance germánico en el combate del Marne y ambos ejércitos cavaron trincheras para una guerra de desgaste que duraría cuatro años. Entretanto, los rusos atacaron el este, sumiendo a Alemania en la temida guerra de dos frentes.
Los alemanes derrotaron varias veces a los rusos, cuyas tropas contaban con menores recursos, aunque no podían aventajar en el oeste. Los seguidores asediaron Alemania para imposibilitar el suministro de alimentos y materias primas. Ansiosos por romper el bloqueo, los alemanes declararon el conflicto bélico submarino sin restricción. Posteriormente a que varios navíos americanas fueran hundidos, Estados Unidos entró en el conflicto bélico en 1917 a favor de los seguidores. Al año próximo Rusia, donde había ganado la revolución que condujo el poder a los bolcheviques, solicitó la paz, que se firmó en Brest-Litovsk en 1918. De esta forma, liberados en el este, en 1918 los alemanes proyectaron una ofensiva final en el oeste, sin embargo los seguidores desafiaron y modificaron el curso del conflicto bélico.
Ante el reconocimiento de hacer frente a una situación desmoralizada, el alto mando germánico instó a Guillermo a requerir la paz. Adicionalmente, Woodrow Wilson, presidente de Estados Unidos desde 1913, insistió en procurar con un nuevo gobierno civil germánico. Guillermo, a regañadientes, nombró canciller al príncipe Max de Baden; y mientras negociaba con Wilson y el combate continuaba, los marineros se amotinaron, los socialistas estructuraron huelgas, trabajadores y militares formaron consejos (soviets) comunistas y la revolución detonó en Baviera. El príncipe Max difundió la abdicación de Guillermo II y dimitió. Friedrich Ebert, jefe del Partido Socialdemócrata proclamó la República.
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