Alejandro Toledo

Alejandro Toledo (1946- ), político peruano, presidente de la República (2001-2006).

2 TRAYECTORIA PREVIA A LA PRESIDENCIA

Nacido en Cabana (provincia de Pallasca), el 28 de marzo de 1946, su familia emigró pocos años después al litoral septentrional peruano, específicamente a la ciudad de Chimbote. Completó su formación en las universidades americanas de San Francisco y Stanford, en la última de las cuales recibió el doctorado en Economía de Recursos Humanos. Funcionario de diversos organismos internacionales tales como el Banco Mundial o la propia Organización de las Naciones Unidas (ONU), y docente universitario, durante el gobierno de Alberto Fujimori creó y presidió el que habría de transformarse en el destacado partido opositor de su país, denominado Perú Posible. Como candidato de su formación se enfrentó a Fujimori en las elecciones presidenciales conmemoradas en abril de 2000, sin embargo el 19 de mayo próximo sentenció no presentarse a la segunda vuelta de las mismas arguyendo falta de garantías democráticas. Pese a su renuncia, Toledo recibió en esa segunda vuelta, que tuvo lugar el día 28 de ese mes, el 17,7% de los votos emitidos.

Tras dimitir Fujimori en noviembre de 2000, en medio de una gran dificultad política, y entrar a la presidencia de forma provisional Valentín Paniagua, volvió a ser denominado candidato de Perú Posible para los comicios presidenciales que habrían de tener lugar el 8 de abril de 2001.

3 PRESIDENCIA

En dichas elecciones, Toledo y Alan García (candidato de la Alianza Popular Revolucionaria Americana, APRA) fueron los que más votos recibieron, sin embargo al no haber conseguido el 50% de los sufragios, tuvieron que concurrir a una segunda vuelta el 3 de junio que definitivamente dio la conquista a Toledo. Posteriormente a tomar posesión como presidente de la República el 28 de julio de 2001, formó gobierno con Roberto Dañino como primer ministro y acogió un pacto político que tenía como puntos básicos el combate frontal contra la indigencia, la producción de empleo, la eliminación de la corrupción y la reestructuración integral de las fuerzas armadas y policiales.

El programa de reformas financieras abordadas por su ejecutivo suscitó, en junio de 2002, quejas y movilizaciones en múltiples regiones del país; especialmente, en Arequipa, departamento en el que las expresiones fueron en especial violentas como consecuencia de la privatización de dos compañías eléctricas y en el que Toledo decretó el estado de emergencia durante algunos días. Como consecuencia de la destacada dificultad política abierta tras estos sucesos, Toledo recompuso su gabinete, que a partir del 12 de julio de 2002 tuvo como primer ministro a Luis Solari (de Perú Posible). Justo un año después, en mayo y junio de 2003, se reactivaron las quejas de diversos sectores de la sociedad peruana que expresaban mejoras salariales; Toledo, que llegó a declarar nuevamente el estado de emergencia, nombró primera ministra a la independiente Beatriz Merino a finales de junio. En un clima de alta crispación social y política, Toledo solicitó, en diciembre de ese año, la renuncia de todo su equipo ministerial, siendo Merino sustituida por Carlos Ferrero (de Perú Posible) al frente del gabinete. Pero la inestabilidad continuó, alcanzando un nuevo punto caliente en julio de 2004, en el momento en que la Confederación General de Trabajadores del Perú convocó un día de paro general para solicitar al gobierno el cambio de su política financiera, laboral y social.

Los conflictos para Toledo se multiplicaron a lo largo de 2005. El año inició con una frustrada sublevación en Andahuaylas protagonizada por un conjunto de reservistas relacionados al ultranacionalista movimiento etnocacerista que demandaron su renuncia. Después, en agosto, sobrevino una nueva dificultad política tras el controvertido nombramiento como culpable de Asuntos Exteriores de Fernando Olivera (del Frente Independiente Moralizador, de cuyo amparo parlamentario dependía el gobierno), a continuación del cual dimitió Ferrero. La ulterior remodelación del equipo ministerial efectuada por Toledo significó, definitivamente, la salida del mismo de Olivera y el acceso a la jefatura del gabinete del hasta ese momento ministro de Economía, Pedro Pablo Kuczynski (de Perú Posible). Del mismo modo, el 30 de octubre, uno de los pilares de su agenda política, el proyecto de Integración y Conformación de Regiones, sobrellevó un duro revés; en un referéndum conmemorado ese día en 16 de los 24 departamentos del país, los votantes declinaron mayoritariamente dicho plan gubernamental, que procuraba hacer frente un proceso de descentralización del Estado a través de la producción de cinco grandes regiones que contraerían amplias competencias administrativas. Por último, en diciembre de ese año 2005, la organización terrorista Sendero Luminoso, que se presumía prácticamente desarticulada, reapareció, perpetrando diversos atentados como consecuencia de los cuales fallecieron varios integrantes de las fuerzas de seguridad; ante estos sucesos, el gobierno de Toledo manifestó el estado de emergencia en seis provincias de la zona del valle del Huallaga.

El 9 de abril de 2006, se conmemoró la primera vuelta de las elecciones que habrían de determinar quién sería su sucesor al frente del país. Los dos candidatos más votados fueron el ex teniente coronel Ollanta Humala, aspirante por Unión por el Perú, y el aprista Alan García, los cuales habrían de concurrir a una segunda ronda. Mientras tenía lugar este proceso electoral, Toledo viajó a Estados Unidos para sellar con ese país un tratado de libre comercio que, seguidamente, habría de ser ratificado por el legislativo. El 4 de junio, Alan García se impuso en el retorno definitivo de los comicios presidenciales, resultando electo para suplir a Toledo, suceso que sucedía oficialmente el 28 de julio próximo.

— 59 visualizaciones.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *