Alberto Fujimori

Alberto Fujimori (1938- ), político peruano, presidente de la República (1990-2000). Nació en Lima, en el seno de una familia de origen japonés, y, tras cursar estudios en Europa y en la Universidad de Wisconsin (Madison, Estados Unidos), consiguió sendas licenciaturas en Ciencias Exactas e Ingeniería Agronómica. Dio clases en la Universidad Nacional Agraria, antes de transformarse en su rector, así como en presidente de la Asamblea de Rectores Universitarios.

2 PRIMERA ELECCIÓN PRESIDENCIAL

En las elecciones generales de 1990, Fujimori fue uno de los candidatos a la presidencia de la República, al frente de una agrupación desarrollada por él, Cambio 90, que recibió en la primera vuelta en torno al 29% de los votos, quedando en segundo lugar tras el escritor Mario Vargas Llosa, que consiguió el 34% de los sufragios. A lo largo de la campaña electoral, hizo un llamamiento especial a los votantes de las zonas rurales, a los indígenas, a los mestizos y a las clases menos favorecidas, que desconfiaban de Vargas Llosa por causa de su vinculación con la elite del país y que podían pensar en el programa populista de Fujimori. Ambos candidatos prometieron perfeccionar la desastrosa situación financiera de Perú, liosa por los estragos provocados por los ataques extremistas de Sendero Luminoso y el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA). El programa de Fujimori se centraba especialmente en el avance económico y en la mejora de las circunstancias de vida de los campesinos. Ganó la segunda vuelta de las elecciones con el 60% de los votos —la mayoría más significativo jamás alcanzada por un candidato en Perú—, lo que le transformó en la primera persona de ascendencia japonesa que administraba el país.

Inmediatamente después de su elección, pudo rebasar la resistencia de la disconformidad para poder cumplir los términos establecidos por el Fondo Monetario Internacional (FMI), con el propósito de habilitar a Perú para la concesión de créditos, y fijó relaciones con Japón, con la optimismo de conquistar préstamos de dicho país. Su programa de estabilización financiera hizo disminuir la tasa de inflación, sin embargo no consiguió perfeccionar la debilitada economía peruana.

3 DISOLUCIÓN DEL CONGRESO Y REELECCIÓN

En abril de 1992 disolvió el Congreso, anuló algunos puntos de la Constitución y detuvo a sus contrincantes políticos, justificando que todas estas medidas se encontraban destinadas a enfrentar al conjunto Sendero Luminoso y a los traficante de drogas. En septiembre, el jefe de Sendero Luminoso, Abimael Guzmán, fue capturado, juzgado y condenado a cadena perpetua. El 13 de noviembre se frustró un intento de revés de Estado, y, nueve días después, se procedió a la elección de un nuevo Congreso, en el cual el partido mayoritario fue el del propio Fujimori, Nueva Mayoría-Cambio 90. El 31 de octubre de 1993, los peruanos admitieron a través de referéndum una nueva Constitución que otorgaba mayor aptitud de determinación al presidente, reformaba el poder legislativo y posibilitaba a Fujimori regresar a presentarse en abril de 1995 a las elecciones presidenciales, que nuevamente recibió de forma abrumadora, derrotando al ex secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) Javier Pérez de Cuéllar.

Su gobierno hubo de hacer frente una grave dificultad en el momento en que, en diciembre de 1996, un comando del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA) asaltó la Embajada japonesa en Lima, reteniendo a una gran cuantía de rehenes para solicitar como moneda de cambio por su liberación la de los bajo arresto correspondientes a la organización. El 11 de febrero del año próximo se reanudaron las negociaciones entre el gobierno y el MRTA (que así pues aún retenía a 72 personas), rotas desde el 28 de diciembre; y el 2 y el 3 de marzo el propio Fujimori viajó a la República Dominicana y Cuba para pactar el posible exilio de los asaltantes del MRTA. Finalmente, el 22 de abril, tropas del Ejército peruano, dirigidas personalmente por el propio Fujimori, tomaron por asalto la Embajada, acabando con la vida de los 14 integrantes del MRTA y liberando a 71 de los 72 retenidos. Uno de ellos pereció en el combate, además de dos de los asaltantes.

El Congreso peruano ratificó el 27 de agosto de 1998 una ley (ya aprobada inicialmente en 1996) que posibilitaba a Fujimori presentarse a la elección presidencial en el 2000, esto es, que le autorizaba a ejercer un tercer mandato, justificando que solamente había ejercido una etapa gubernamental tras la aprobación de la Constitución de 1993. Con motivo de esta determinación, conjuntos de trabajadores y estudiantes comenzaron el 30 de septiembre una serie de expresiones que se transformaron, en especial en Lima, en agitadas jornadas de protesta.

El 27 de septiembre de 1998, en Brasilia, acordó con el presidente ecuatoriano Jamil Mahuad los términos definitivos del tratado de comercio y navegación en el territorio en enfrentamiento que enfrentaba a ambos países, como paso previo a la demarcación de límites en la zona de la cordillera del Cóndor, fijada el día 26 del mes próximo en la misma ciudad brasileña a través de un conformidad histórico (llamado Acta de Brasilia) que acabó con tan largo conflicto. El 13 de mayo de 1999 llegó en Cahuide al conformidad definitivo con Mahuad que establecía el límite fronterizo entre Perú y Ecuador, especificando así el pacto asumido a través del Acta de Brasilia.

Las Fuerzas Armadas y la policía peruanas consiguieron capturar el 14 de julio de 1999 al que desde hacía siete años era el destacado jefe del diezmado grupo terrorista Sendero Luminoso, Óscar Ramírez Durand (llamado Feliciano).

4 NUEVA REELECCIÓN, CRISIS Y DIMISIÓN

En los últimos días de 1999, Fujimori presentó oficialmente su denominación para las elecciones presidenciales de abril de 2000, lo que ocasionó nuevas quejas de la disconformidad. Pese a que observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA) advirtieron inicialmente de la insuficiente transparencia de la campaña electoral, Fujimori sentenció llevarlas a cabo en la fecha prevista, el día 9 de dicho mes. Dado que quedó al borde del 50% de los votos en la primera vuelta (cuyo lentísimo recuento levantó copiosas quejas entre los observadores y la disconformidad), se convocó una segunda vuelta en la que habría de hacer frente al candidato de la agrupación Perú Posible, Alejandro Toledo. Pero, este último difundió el 19 de mayo de ese año que no se presentaría a esa segunda vuelta dada la falta de garantías a no ser que esta se retrasara, como de igual forma exigían los observadores internacionales. Pese a todo, la convocatoria se conmemoró el día 28 de ese mes y aceptó la reelección presidencial de Fujimori.

Pero, el 16 de septiembre de 2000 difundió su inminente renuncia del poder, la convocatoria de elecciones (a las que no se presentaría) y su determinación de desactivar el Sistema de Inteligencia Nacional (SIN), hasta ese momento dirigido por uno de sus primordiales consejeros, Vladimiro Montesinos. Este comunicado estuvo antecedido por la divulgación de una grabación de vídeo en la que Montesinos aparecía sobornando a un parlamentario de la disconformidad. Tres días después, el ministro de Justicia, Alberto Bustamante, manifestó que Fujimori no cedería el poder a un gobierno de unidad nacional (como exigían Toledo y otros integrantes de la disconformidad) y que continuaría en la presidencia hasta la investidura de quien pareciera designado presidente. El 26 de octubre, la Mesa de Diálogo que reunía al gobierno y la disconformidad ante el secretario general de la OEA, César Gaviria, fijó el día 8 de abril de 2001 como fecha de los comicios. Pocos días antes, Montesinos, que se había refugiado en Panamá, volvió a Perú. Este suceso incrementó la desconfianza del país ante la oportunidad de que estuviera amparado por el gobierno o por parte del Ejército. Para despejar estas dudas, Fujimori dirigió las operaciones policiales y militares encaminadas a la localización de su ex consejero, y destituyó a cuatro generales seguidores a Montesinos.

Ante el agravamiento de la dificultad, muchos diputados fujimoristas se pasaron a la disconformidad. Esta sucedió a manejar la cámara y promovió una moción de censura contra la presidenta del Congreso, Martha Hildebrandt, la cual fue sustituida el 16 de noviembre por Valentín Paniagua, secretario general de Acción Popular. La situación dio un giro casual el 19 de ese mismo mes, en el momento en que el primer ministro, Federico Salas, comunicó públicamente que Fujimori, desde Japón, había renunciado a la presidencia. Tras esto dimitieron su gobierno y los vicepresidentes primero y segundo, Francisco Tudela y Ricardo Márquez. Tras la renuncia de estos dos últimos, Paniagua accedió el 22 de noviembre a la jefatura del Estado y nombró un nuevo gabinete, integrado por integrantes de la disconformidad y con Pérez de Cuéllar como primer ministro. Para así pues, la pesquisa de los supuestos quebrantamientos cometidos por Montesinos iniciaba a involucrar al propio Fujimori. Lo cierto es que, el 13 de febrero de 2001, la Fiscalía de la Nación le acusó formalmente de enriquecimiento ilícito, soborno y malversación de fondos. Diez días después, el pleno del Congreso presentó una acusación constitucional para inhabilitarle durante 10 años del ejercicio de cualquier cometido público, por abandono del puesto, incumplimiento de la Constitución, encubrimiento y falsedad, entre otros. Poco después, Fujimori era imputado de quebrantamientos de lesa humanidad, lo que motivó que Interpol cursara en marzo de 2003 una orden internacional para su detención a solicitud de la Corte Suprema peruana. Refugiado desde así pues en Japón, en noviembre de 2005 fue arrestado en Santiago, ciudad chilena a la que había se desplazado como paso previo a su volvió a Perú, ya que su tentativa era concurrir como candidato a las elecciones presidenciales de 2006 (lo que, como ya se ha aludido, le se encontraba prohibido). De inmediata, el gobierno peruano inició las gestiones para solicitar su extradición (lo que ya había suceso con precedencia, con muy mala fortuna, con Japón, que la denegó, generando una agitada situación entre Lima y Tokio). En mayo de 2006, la Corte Suprema de Chile dio la libertad provisional bajo fianza a Fujimori, el cual había pasado seis meses en prisión preventiva; sin embargo, en junio de 2007, se ordenó su arresto domiciliario. En septiembre de ese año 2007, dicha instancia judicial chilena acordó proceder a la extradición de Fujimori a Perú, lo que sucedía de forma inmediata, para que los tribunales de este país pudieran juzgarle por siete quebrantamientos (uno de violación de los derechos humanos y seis de corrupción).

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