Agachona, nombre común que se aplica a ciertas especies de aves que son endémicas de América Latina. Su aspecto recuerda al de una perdiz; tienen el cuerpo robusto (miden entre 15 y 28 cm de largo), el pico es corto y grueso, y las patas y la cola son cortas. Los dos sexos son muy semejantes y el plumaje se mimetiza con el entorno; habitan en las llanuras y las mesetas altas de la cordillera de los Andes y la Patagonia. Pasan la mayoría del tiempo sobre el suelo, vuelan poco y sus patas están adaptadas a caminar. Viven en bandadas pequeñas y algunas especies son migradoras. A pesar de que es sabido poco sobre su multiplicación, parece que construyen nidos muy rudimentarios sobre el suelo y los pollos son nidífugos, esto es, que son aptos de andar y continuar a su madre inminentemente después de ser concebido.
En América del Sur igualmente son denominados chorlos, corraleras o corrales, perdicitas, agachadizas terrestres o perdices de la cordillera y en Guatemala el nombre de agachona se aplica a la agachadiza común, aunque igualmente se le conoce como becasina o porotera. Las especies más representativas son: la agachona chica (igualmente pucopuco o chorlo aperdizado menor), la agachona de collar (corral o chorlo aperdizado mediano), la agachona patagónica o chorlo aperdizado del sur y la agachona considerable o perdicita cordillerana.
Clasificación científica: las agachonas pertenecen a la familia de los Tinocóridos, dentro del orden de los Caradriformes. La agachona chica se clasifica como Thinocorus rumicivorus, la agachona de collar como Thinocorus orbignyianus, la agachona patagónica como Thinocorus (=Attagis) malovinus y la agachona considerable como Thinocorus (=Attagis) gayi. La agachadiza común recibe el nombre científico de Gallinago gallinago.
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