Afinidad (del latín affinitas, ‘analogía o afinidad de una cosa con otra’), en antropología, conjunto de relaciones que unen entre sí o vinculan a dos conjuntos o categorías de parientes por casamiento.
Son afines todas aquellas personas que denominamos comúnmente ‘parientes políticos’, esto es, que no presentan vínculos de consanguinidad: el cónyuge y sus parientes, los cónyuges de los hermanos/as de los padres, los parientes de los hijos. En psicología social, la afinidad es la conducta asociativa dentro de un conjunto, en el cual los personas establecen relaciones a lo largo de la convivencia.
La afinidad contribuye a conservar las relaciones primarias y la solidaridad social en conjuntos más extensos que la familia nuclear. En todo sistema de parentesco los afines ocupan un lugar destacado.
Afinidad electrónica. Afinidad electrónica, cuantía de energía que se libera en el momento en que un átomo neutro gaseoso en su estado energético más bajo (estado básica) capta un electrón y se transforma en un ion negativo igualmente gaseoso.
La adición de un electrón a la capa de valencia de un átomo gaseoso en su estado básica es un proceso en el que se desprende energía. La afinidad electrónica o electroafinidad de un átomo es una medida de esta energía.
En general, la afinidad electrónica disminuye al incrementar el radio atómico. Los halógenos son los elementos químicos con afinidades electrónicas más elevadas.
La adición de un segundo electrón a un ion mononegativo debe subyugar la repulsión electrostática de éste y precisa un suministro de energía.
A discrepancia de la energía de ionización, que se puede determinar de forma directa, la afinidad electrónica se calcula casi invariablemente por vía indirecta.
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