Adventistas

Adventistas, integrantes de uno de los tantos conjuntos protestantes que tienen un énfasis especial en la doctrina de la inminente segunda venida de Cristo. Bajo el liderazgo del predicador baptista americano William Miller, fue en el momento en que el adventismo recibió un amparo más fervoroso y se fijó visiblemente sus márgenes y normas. Miller y sus incondicionales, conocidos en un principio como milleristas, aseguraban que la segunda venida de Cristo sería entre el 21 de marzo de 1843 y el 21 de marzo de 1844. El revés de esta predicción recibió el nombre de La Primera Desilusión, y condujo a que muchos incondicionales dejaran el movimiento. Se puso después una segunda fecha para la tan aguardada venida de Cristo: el 22 de octubre de 1844. Incluso muchos adventistas, preparándose para el acontecimiento, se deshicieron de todos sus bienes. Para pesar suyo, aquel día se desarrolló con absoluta quietud y no ocurrió lo esperado, por lo que el movimiento fue ridiculizado con dureza y muchos de sus incondicionales volvieron a sus antiguas iglesias tras haber perdido la fe sin remisión. Los que siguieron dentro del movimiento se dividieron en cuatro conjuntos que siguieron prosperando.

2 ADVENTISTAS DEL SÉPTIMO DÍA

Dentro la comunidad general, el conjunto más numeroso es el de los adventistas del Séptimo Día. Es una organización de incremento sostenido, debido especialmente al incremento de sus devotos en los países de desenvolvimiento intermedio. Según los últimos cálculos, la secta cuenta con casi quince millones de integrantes en más de 200 países del planeta. La Iglesia se formó entre los años 1844 y 1855, bajo la guía de tres milleristas, Joseph Bates y James y Ellen White. A pesar de que no se fijó formalmente sino hasta el año 1863. Dentro de la teología de esta Iglesia, cuentan con dos principios elementales: consideran en la segunda venida de Cristo como un suceso específico y visible; este retorno debería hacerse a corto plazo, sin embargo sin una fecha exacta. Igualmente preservan la observancia del sábado. Para los integrantes de esta Iglesia, la Biblia constituye la única autoridad religiosa, por lo que tienen una especial fe en ella y en la representación literal de sus pasajes proféticos. Sostienen que la gracia divina por sí sola es suficiente para conquistar la salvación; administran el bautismo por inmersión y practican el lavado de los pies, para conservar de este modo, una afinidad con en relación a la práctica de la Cena del Señor.

En vista de que el cuerpo humano es estimado como el templo del Espíritu Santo, los adventistas del Séptimo Día ponen especial énfasis en todo lo concerniente a la salubridad, evitan comer carne, y reprueban el uso de cualquier clase de estimulantes o narcóticos. Tienen a su puesto la conservación de más de 360 hospitales y clínicas en el mundo. Esta organización igualmente cuenta con programas educativos, misiones, y proyectos filantrópicos, respaldados por un sistema de donaciones voluntarias (cada devoto entrega el 10% de sus ingresos) y por ofrendas al libre arbitrio de cada cual. Existen integrantes activistas de esta Iglesia en la totalidad del mundo, quienes editan publicaciones de la secta en más de 197 idiomas y dialectos. Dentro del conjunto de las iglesias protestantes, ésta maneja uno de los sistemas educativos más significativos del mundo.

3 OTRAS IGLESIAS ADVENTISTAS

La Iglesia adventista cristiana, conocida en un principio como Asociación Adventista Cristiana, y luego como Conferencia Adventista Cristiana, fue desarrollada el año 1860 en Salem, Massachusetts, Estados Unidos. Predicaba la doctrina de la “inmortalidad condicional”, de conformidad con la cual, la persona muerta se preserva en un estado de inconsciencia hasta su resurrección. Esta resurrección sería posible apenas después de la segunda venida de Cristo, después del milenio. La Iglesia cumple con los sacramentos del bautismo por inmersión y la Cena del Señor. Pese a que están estructurados en conjuntos a escala regional y otros a escala central (el conjunto central es la Conferencia General Adventista Cristiana de América), cada iglesia se gobierna de forma independiente. Según las últimas estadísticas, el número de integrantes en Norteamérica bordea los 50.000. La Iglesia igualmente respalda trabajos de misiones en México, Malasia, Japón, India e islas Filipinas. El año 1964 la Iglesia cristiana adventista se fusionó con la Unión Adventista y de Vida, desarrollada en 1848.

La Iglesia de Dios (fe abrahámica) se desarrolló a partir de la coalición de varios conjuntos más pequeños unidos por el mismo credo (algunos núcleos datan del año 1800). Algunos de ellos ya se habían unido en 1888 bajo el nombre de la Iglesia de Dios en Jesucristo. A pesar de esto, las iglesias no comenzaron a funcionar con unidad sino hasta el año 1921, en el que se conmemoró una ponencia nacional y se acogió oficialmente el nombre de la Iglesia de Dios de la Fe Abrahámica. El suceso de que acepten las instrucciones de la Biblia como la única e incuestionable autoridad religiosa, se debe a la representación literal que de ella hacen con en relación al reino de Dios. Es básica la convicción de que la segunda venida de Cristo va a ser antes del reino milenario de Dios, tal como fue comunicado en el Libro de la Revelación 20:1-6. Los integrantes de esta Iglesia, viven en la convicción de que los muertos están simplemente sumidos en un anhelo intenso, del que resucitarán tras la segunda venida de Cristo. Las demandas para ser consentido en esta Iglesia son las siguientes: la aceptación de las doctrinas antes expuestas, el arrepentimiento y la purificación a través del bautismo por inmersión. Cada iglesia funciona de forma autónoma, y conforme las últimas estadísticas, cuentan con en torno a 20.000 integrantes en la totalidad del mundo.

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