Adolfo Domínguez (1950- ), modisto español, uno de los primordiales representantes del diseño español en el último tercio del siglo XX, gracias a la proyección internacional de sus productos estilizados y austeros.
Nació en Orense (Galicia), e inició la carrera de Filosofía y Letras en la Universidad de Santiago de Compostela. En 1968 se desplazó a París para estudiar estética y cinematografía en la Universidad de Vincennes, donde se adhirió a las corrientes surgidas de la revolución de mayo. En 1973, tras una estancia de un año en Londres, volvió a su ciudad nativa y transformó la pequeña sastrería de su padre Adolfo en la compañía Adolfo Domínguez, integrada igualmente por su hermano Jesús. De este modo inició una ascendente carrera como modisto, consagrada por fin hacia 1984 gracias a su proyección internacional y a la popularización del eslogan «la arruga es hermosa», que se transformó en paradigma de la moda masculina de la década de 1980.
La figura de Adolfo Domínguez se ha singularizado por su radicalidad silenciosa, una fuerza capaz de modificar el mundo de la moda a partir de una estética sencilla y penetrante, heredera de la abstracción moderna. Quizás por ello se destaca como uno de los primeros y exiguos modistos que han asumido el rol de diseñadores industriales. Estas circunstancias, unidas a una serie de inteligentes decisiones corporativas, han permitido el incremento de un pequeño imperio capaz de ofrecer prêt-à-porter masculino y femenino, perfumería y complementos en las primordiales capitales de Europa, América y Asia.
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