Adobe, término empleado para denominar un bloque constructivo suceso de tierra arcillosa y secado al sol. La tierra arcillosa o barro se encuentra por la totalidad del mundo, en especial en zonas áridas o semiáridas como el norte de África, México y el suroeste de Estados Unidos. El adobe se ha empleado a lo largo de siglos para cimentar casas y otras edificaciones en Babilonia, en el antiguo Egipto y en copiosas culturas europeas -especialmente en la zona meridional-, africanas y americanas.
El barro se constituye de una amalgama de arcilla, cuarzo y otros minerales. Se puede moldear con sencillez mientras está húmedo, sin embargo en el momento en que se seca es prácticamente indeformable. Los suelos arcillosos son muy exuberantes en el momento en que se riegan, y pueden hacer cosechas anuales de cereales, alfalfa y otros cultivos (véase Riego). Los adobes se fabrican configurando pequeños bloques (del tamaño de un ladrillo) de barro y paja o heno, que se dejan secar al sol a lo largo de una o dos semanas. Debido a su insuficiente resistencia a la humedad, apenas se construye con adobes en zonas poco lluviosas. Los edificios suelen resguardarse de la humedad con aleros y cimientos pétreos.
Las estructuras de barro se asocian generalmente con las culturas conocidos de la totalidad del mundo, en especial en España y Latinoamérica. Actualmente se investiga, tanto en Europa como en Estados Unidos, sobre el uso del adobe como material de construcción alternativo. Su empleo resulta, al igual que el del tapial, ecológico y asequible, por lo que puede representar una solución al conflicto de la residencia en los países de desarrollo intermedio.