Acta de la Norteamérica británica

Acta de la Norteamérica británica, ley del Parlamento británico (Constitution Act) promulgada en 1867, por la que se establecía el Dominio de Canadá. Sirvió como Constitución canadiense hasta que fue sustituida por la Constitution of Canada Act de 1982. Determinaba la estructura del gobierno, el reparto de competencias entre las autoridades federales y provinciales y la representación de otros reglamentos. Su aplicación ha sido modificada por la tradición y los precedentes ocasionados del legado británico de Canadá, así como de la jurisprudencia judicial.

El Acta de la Norteamérica británica creó la Confederación de Canadá al unir las provincias del Bajo Canadá (Quebec), Alto Canadá (Ontario), New Brunswick y Nueva Escocia y estipulaba el ingreso en el nuevo Estado de otras colonias o posesiones británicas. Esta ley era fruto de las negociaciones entre los políticos coloniales en el año 1864, estableciendo un sistema de gobierno inspirado en el sistema parlamentario británico, en el que el monarca de Gran Bretaña sería soberano de Canadá.

Con el paso de los años, sentencias de los tribunales, pactos y enmiendas modificaron las disposiciones de este reglamento. A principios del siglo XX una serie de resoluciones de la Comisión Judicial del Consejo del Reino de Gran Bretaña legitimaron un proceso de descentralización con en relación al régimen establecido en 1867. El resultado fue el Estatuto de Westminster de 1931 que reconocía el derecho de Canadá a manejar su política interior y exterior. El Tribunal Superior se transformó en 1949 en la última instancia de suprema apelación del país.

A pesar de que el Acta de 1867 fijó un sistema viable de gobierno, no consiguió prevenir controversias sobre la delimitación de competencias en materias tales como recaudación de impuestos, radiodivulgación, política social y derechos lingüísticos. Creció gradualmente la convicción de que era necesaria la reforma de la Constitución, sin embargo los esfuerzos para respaldar un conformidad entra las diferentes provincias sobre cómo realizarla perdieron repetidamente.

En la década de 1970 el primer ministro Pierre Elliot Trudeau volvió a ocuparse nuevamente de esta cuestión y, pasado cierto tiempo, todas las provincias, excepto Quebec, admitieron un nuevo pacto que se transformaría en la Constitution of Canada Act (Constitución de Canadá) de 1982, que fijó un sistema de enmiendas y contaba con una Carta de Derechos y Libertades. El primer ministro Brian Mulroney intentó asegurarse la aprobación de la nueva Constitución por parte de Quebec en el año 1987 con el Acuerdo del lago Meech, que requería el asentimiento unánime de todas las provincias en un plazo de tres años. Pero este Acuerdo jamás fue ratificado debido a la nueva enfrentamiento lingüística y por el interés anglocanadiense de considerar a Quebec como una ‘sociedad diferente’. La dificultad constitucional continuó inclusive después de que Mulroney forjara otro pacto entre todas las partes y el nuevo Acuerdo de Charlottetown no fue ratificado en el referéndum nacional conmemorado en octubre de 1992.

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