Abu Simbel

Abu Simbel, enclavamiento de dos templos a orillas del río Nilo, al sur de Asuán, en el Alto Egipto. Los templos fueron perforados en un acantilado de piedra arenisca hacia el 1250 a.C., durante el reinado de Ramsés II. El interior del templo mayor tiene una profundidad de más de 55 m y está compuesto por una serie de vestíbulos y cámaras que guían a un santuario central. Este templo fue dedicado por Ramsés II a los dioses primordiales de Heliópolis, Menfis y Tebas. Está orientado de tal modo que los rayos del Sol naciente iluminan las estatuas de los tres dioses y la de Ramsés II, en la parte más penetrante del santuario. El templo más pequeño fue dedicado por Ramsés a su reina, Nefertari, y a la diosa Hator. La fachada del templo mayor tiene cuatro estatuas sedentes de Ramsés II, cada una de 30 m de altura. Pequeñas estatuas de Ramsés II, de Nefertari y de sus hijos adornan la fachada del templo de Nefertari. El templo mayor tiene copiosas inscripciones y relieves, algunos de ellos de peculiar interés histórico. Una serie de relieves representan el combate de Qades entre egipcios e hititas. Dos de las grandes figuras sedentes de Ramsés tienen inscripciones en griego que datan del siglo VI a.C. Fueron escritas por militares mercenarios griegos y se hallan entre las iniciales inscripciones griegas datadas.

Los templos, los monumentos más significativos de la arcaica Nubia, no se relacionaron en Occidente hasta 1812, en el momento en que fueron descubiertos por el explorador suizo Johann Ludwig Burckhardt. En 1964 se inició un proyecto internacional para salvar los templos de la inundación que daría lugar al lago Nasser, depósito de la presa de Asuán. En un reto de ingeniería eminente, los templos fueron desmontados y, en 1968, vueltos a montar en un lugar a 64 m sobre el nivel del río.

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