Absoluto, término que se emplea para denotar aquello que ni depende de nadie ni está limitado por nada. De este modo por ejemplo, en ética, un valor definitivo es aquel que es bueno en sí mismo y no porque con él se haya de hacerse con alguna otra cosa, y un principio definitivo es aquel que no asiente excepciones. En teoría política un principio definitivo es aquel que todos deben acatar sin posibles excepciones.
En teología y en metafísica el término definitivo alude de forma habitual a Dios. Según el filósofo holandés Baruch Spinoza, Dios es lo Absoluto, esto es, lo ilimitado, porque, conforme este autor, nada puede limitar a Dios. Todas las demás cosas existen gracias a esta sustancia absoluta e infinita. El filósofo germánico Immanuel Kant explica lo Absoluto como lo que engloba todo y asegura que el conocimiento científico de ese Absoluto no es posible. Esa misma concepción fue asumida por los filósofos británicos Herbert Spencer y Sir William Hamilton. El Absoluto figura como un concepto central en las filosofías idealistas germánicas del siglo XIX. Específicamente el filósofo germánico Georg Wilhelm Friedrich Hegel considera el Absoluto como un proceso que realiza el espíritu a través de la racionalidad pues apenas a través del uso de la lógica puede reconocerse la realidad. Sostiene, como igualmente lo hacen los filósofos idealistas británicos Bernard Bosanquet, Francis Herbert Bradley y Thomas Hill Green, que todo conocimiento se realiza de una forma indirecta y parcial, de lo que resulta un conocimiento limitado del Absoluto. El filósofo idealista americano Josiah Royce identifica el Absoluto con lo que llama comunidad cósmica; su sistema filosófico es conocido como idealismo definitivo.
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