Abrasivo

Abrasivo, sustancia que se emplea para afilar y pulir objetos por fricción o desgaste de su superficie. Normalmente son sustancias muy duras que se aplican divididas en porciones muy pequeñas. Para rebajar piezas grandes se fragmentan en porciones mayores, de forma que tengan aristas cortantes más agudas. Los abrasivos bastos producen surcos grandes en las superficies y se usan para dar forma a los objetos. Los abrasivos finos producen surcos pequeños y se usan para pulir. El abrasivo tiene que ser más duro que el objeto a procurar, aunque el rojo de hierro y otros pulimentos, que igualmente se juzgan abrasivos, son más blandos.

La mayoría de los abrasivos naturales son minerales: corindón, diamante, esmeril, granate, piedra pómez, cuarzo y arena; igualmente se usan algunos tipos de barro de diatomeas. Entre los abrasivos sintéticos más arcaicos destaca el rojo de hierro, el acero triturado y el cristal en polvo. Desde 1891 se usan algunos abrasivos sintéticos (carburos, boruros y nitruros) que son prácticamente tan duros como el diamante. Lo cierto es que, los abrasivos sintéticos de carbono presentan la misma dureza que los de diamante artificial. Entre ellos sobresalen el corindón sintético, el carburo de tungsteno, el de boro y el de silicio, que es conocido con el nombre de carborundo.

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